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5
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Terror
El doctor Louis Creed (Clarke) se muda con su mujer Racher (Seimetz) y sus dos hijos pequeños de Boston a un pueblecito de Maine, cerca del nuevo hogar de la familia descubrirá un terreno misterioso escondido entre los árboles. Cuando la tragedia llega, Louis hablará con su nuevo vecino, Jud Crandall (Lithgow), desencadenando una peligrosa reacción en cadena que desatará un mal de horribles consecuencias. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2019
105 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si quieres ver una película de terror, ve a ver Pet Sematary. Los directores Dennis Widmyer y Kevin Kölsch logran construir escenas que harán que más de uno esconda la cara detrás del cojín.
A pesar de tan elogiable virtud, la película no alcanza el anhelado nivel de trascendencia al que debería aspirar una película que habla sobre la muerte y la pérdida. Un arranque terriblemente flojo (curiosamente el primer capítulo es el mejor de la novela de nuestro amigo Stephen) nos pone sobre aviso de lo que vendrá a continuación: un drama de telefilm de por la tarde con una opresiva atmósfera in crescendo desde el primer plano. Da lo que promete. Cumple. Pero no se atreve a ir más lejos.
La habilidad de los directores para crear secuencias de auténtica pesadilla es inversamente proporcional a su habilidad para retratar a los personajes. Estos no tienen fuerza, ni magnetismo, ni nada de nada. Todo el esfuerzo está orientado a crear una película de miedo. Porque es de Stephen King, maestro del terror.
Pero os diré algo que quizás os escandalice. Stephen King no escribe terror. Escribe drama. Sus mejores novelas y relatos no tienen ni un ápice de terror. Hablo de las magistrales "Cadena perpetua" (The Shawshank Redemption), "Cuenta conmigo" (Stand by Me) o "La milla verde" (The Green Mile), todas llevadas a la gran pantalla con maestría. Aún digo más. Obras tan conocidas como "Carrie", "It", o "Pet Sematary" tampoco son novelas de terror (por mucho que digan los adolescentes más impresionables).
En el apartado de spoilers comento la adaptación revelando detalles de la trama.
A pesar de tan elogiable virtud, la película no alcanza el anhelado nivel de trascendencia al que debería aspirar una película que habla sobre la muerte y la pérdida. Un arranque terriblemente flojo (curiosamente el primer capítulo es el mejor de la novela de nuestro amigo Stephen) nos pone sobre aviso de lo que vendrá a continuación: un drama de telefilm de por la tarde con una opresiva atmósfera in crescendo desde el primer plano. Da lo que promete. Cumple. Pero no se atreve a ir más lejos.
La habilidad de los directores para crear secuencias de auténtica pesadilla es inversamente proporcional a su habilidad para retratar a los personajes. Estos no tienen fuerza, ni magnetismo, ni nada de nada. Todo el esfuerzo está orientado a crear una película de miedo. Porque es de Stephen King, maestro del terror.
Pero os diré algo que quizás os escandalice. Stephen King no escribe terror. Escribe drama. Sus mejores novelas y relatos no tienen ni un ápice de terror. Hablo de las magistrales "Cadena perpetua" (The Shawshank Redemption), "Cuenta conmigo" (Stand by Me) o "La milla verde" (The Green Mile), todas llevadas a la gran pantalla con maestría. Aún digo más. Obras tan conocidas como "Carrie", "It", o "Pet Sematary" tampoco son novelas de terror (por mucho que digan los adolescentes más impresionables).
En el apartado de spoilers comento la adaptación revelando detalles de la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sospecho que los productores pensaron que para vender la película era necesario acentuar la faceta de terror que todos asociamos a Stephen King, aunque para ello tuviesen que modificar, recortar, apartar, sustituir o reducir la trama, los personajes y todos los matices de la historia. Todo tiene que dar miedo. Pasa un camión, susto. Aparece el vecino, susto. Hay una urgencia médica, doble susto.
Pero remontémonos al principio. El libro comenzaba con la feliz familia llegando a su nuevo hogar. A Louis se le han perdido las llaves y conocen al vecino, Jud, que guarda en su casa una copia de la llave de la entrada.
La película rompe con la novela desde el principio: Empieza con la escena final. La casa de Jud ardiendo, el jardín con rastros de sangre y nadie a la vista. Por lo tanto toda la película es un flashback.
Los personajes, su evolución, su personalidad, sus relaciones... todo cambia, o más bien se desinfla. Jud pasa de mantener una estrecha relación con Louis, quien le considera casi como su padre, a ser solo el vecino. Sus narraciones (metadiégesis) desaparecen, al igual que Norma, que ha sido eliminada en la adaptación. Rachel, la esposa, pierde en el paso a la gran pantalla todo su carácter, sus enfados, su temor absoluto a la muerte... para ser una esposa con pesadillas sobre su hermana (por cierto, estas son las mejores escenas de terror de la película). Gage ni si quiera tiene presencia, y su muerte ha sido sustituida por la de Ellie. Los compañeros de trabajo de Jud desaparecen, igual que sus suegros, con los que tan mal se lleva en la novela. Todos los detalles que puedan arrojar luz sobre nuestro protagonista han sido cercenados.
Louis Creed, un médico escéptico que ve la muerte como algo natural, que sufre una tremenda crisis en su matrimonio porque su mujer no acepta la muerte ni quiere hablar de ello, que tiene una hija que se coge berrinches porque descubre que su gato morirá antes que ella, un vecino al que aprecia incluso cuando es incapaz de tener afecto por nadie, un suegro que le odia y no duda en echarle la culpa de todos los problemas por los que pasa su familia... Un protagonista, en fin, con unas relaciones y una historia rica y llena de matices. Un protagonista que llega al final de la historia siendo una persona completamente distinta. Nada de esto sale en la película. Todo ha sido eliminado para añadir numerosas escenas de terror fruto de la imaginación del guionista.
La novela era tan reiterativa en su dramatismo que logró aburrirme. Pero reconozco sus méritos. Stephen King crea mundos endemoniadamente ricos en detalles. Crea personajes auténticos. Y creo que toda adaptación de su obra, por muy terrorífica que pretenda ser, debería respetar eso.
Pero remontémonos al principio. El libro comenzaba con la feliz familia llegando a su nuevo hogar. A Louis se le han perdido las llaves y conocen al vecino, Jud, que guarda en su casa una copia de la llave de la entrada.
La película rompe con la novela desde el principio: Empieza con la escena final. La casa de Jud ardiendo, el jardín con rastros de sangre y nadie a la vista. Por lo tanto toda la película es un flashback.
Los personajes, su evolución, su personalidad, sus relaciones... todo cambia, o más bien se desinfla. Jud pasa de mantener una estrecha relación con Louis, quien le considera casi como su padre, a ser solo el vecino. Sus narraciones (metadiégesis) desaparecen, al igual que Norma, que ha sido eliminada en la adaptación. Rachel, la esposa, pierde en el paso a la gran pantalla todo su carácter, sus enfados, su temor absoluto a la muerte... para ser una esposa con pesadillas sobre su hermana (por cierto, estas son las mejores escenas de terror de la película). Gage ni si quiera tiene presencia, y su muerte ha sido sustituida por la de Ellie. Los compañeros de trabajo de Jud desaparecen, igual que sus suegros, con los que tan mal se lleva en la novela. Todos los detalles que puedan arrojar luz sobre nuestro protagonista han sido cercenados.
Louis Creed, un médico escéptico que ve la muerte como algo natural, que sufre una tremenda crisis en su matrimonio porque su mujer no acepta la muerte ni quiere hablar de ello, que tiene una hija que se coge berrinches porque descubre que su gato morirá antes que ella, un vecino al que aprecia incluso cuando es incapaz de tener afecto por nadie, un suegro que le odia y no duda en echarle la culpa de todos los problemas por los que pasa su familia... Un protagonista, en fin, con unas relaciones y una historia rica y llena de matices. Un protagonista que llega al final de la historia siendo una persona completamente distinta. Nada de esto sale en la película. Todo ha sido eliminado para añadir numerosas escenas de terror fruto de la imaginación del guionista.
La novela era tan reiterativa en su dramatismo que logró aburrirme. Pero reconozco sus méritos. Stephen King crea mundos endemoniadamente ricos en detalles. Crea personajes auténticos. Y creo que toda adaptación de su obra, por muy terrorífica que pretenda ser, debería respetar eso.