La acción se sitúa en Canadá en los años sesenta, con el auge de la revolución cultural y social. En una pequeña escuela de las afueras de Quebec, la Madre Augustine dedica su vida a enseñar a través de la música a jóvenes chicas de familias con problemas. Su sobrina Alice, una virtuosa del piano entra en la escuela, y la Madre Augustine recuerda su pasado, cuando aún era Simone Beaulieu. Con Alice, la pequeña escuela comienza a ganar premios en concursos de piano. Pero cuando el gobierno de Quebec introduce un nuevo sistema de educación pública, sus metodologías comienzan a ser cuestionadas y peligra su supervivencia. Todas las hermanas juntas van a luchar por salvar la escuela con la palabra, la generosidad y su mejor música, pero sus vidas cambiarán para siempre.

Léa Pool es una directora detallista y cuidadosa. El filme destaca por una iluminación muy colorista y naturalista, y una magníficas transiciones de elementos naturales para mostrar el transcurso de las estaciones, y así el intervalo de tiempo de un curso lectivo. Resulta una película tranquila, visual y sosegada, con algunas de las mejores transiciones espacio-temporales de la Historia del Cine.

El título "La Passion d’Augustine" (2015), supone la cinta más taquillera de su año de estreno en Canadá. Otro éxito más de Léa Pool, quien sí es profeta en su tierra.

Lo Mejor: nuevamente con Céline Bonnier como cabeza de reparto, la magnífica banda sonora de François Dompierre (compositor y director de orquesta, nacido en Otawa), y la fotografía, una vez más magnífica, de Daniel Jobin.
Lo Peor: deficiente edición en DVD.