Extraño thriller cuya realización corre a cargo de David Greene, director cinematográfico que, a partir de los años setenta, se pasa con cierto éxito al campo de los telefilmes.

El argumento nos choca con Jack Bauer (Robert Urich), un exdeportista y ahora exitoso ejecutivo de negocios, quien durante un trayecto de metro ve cómo una niña de melena rubia sale del vagón de la mano de una mujer, pero deja olvidada su muñeca en el asiento. Jack se dispone a devolver la muñeca y se persona en la casa de la madre, Laura (Megan Gallagher), de la pequeña, pero su sorpresa va a resultar mayúscula al descubrir, cómo ella en primera instancia cree que Jack es el secuestrador. Cuando logran calmarse Laura indica que el juguete pertenece a su hija desaparecida, Carla (Erica Dill) y puede ser una pista vital en la búsqueda de la niña. Mientras investigan, Jack y Laura descubren que varios niños han sido secuestrados en el área y se topan con una corrupta trama de venta de niños con muchas personas implicadas.

En el reparto destaca la colaboración de la pareja protagonista formada por el reputado actor Robert Urich y la actriz Megan Gallagher.

Es una película que no esconde su escasez de medios y que resulta de agradable y trepidante resultado.