El corto es bueno, mucho. La historia que cuenta lo es y cómo la cuenta lo hace muy interesante. Además, el dibujo y la animación no solo resultan estéticamente agradables, sino que son muy útiles para establecer el tono de la historia y transmitir mejor sus sensaciones. Ya sabéis, cosas de los colores.

El problema es verlo en 360º (desconozco si existe o existirá una versión «estándar»), y es que eso me obliga a decidir desde qué plano ver la historia, cuando no soy yo el director. Y sí, me he perdido muchos detalles; dudo que alguien pueda apreciarlo todo en un primer (o único) visionado. Al final me quedo con la sensación de que no lo he disfrutado, que ha sido un concepto muy desaprovechado y creo que lo recordaré solo por la incomodidad de mover todo el rato el ratón.

Pero también puede que sea el germen para una de las formas de ver el cine en el futuro, que se acabe puliendo con los años y digamos "ay, aquel corto"...