La historia se centra en Miguel “Sugar” Santos, un chaval al que le gusta trabajar la madera y destaca entre los muchachos de su entorno en la práctica del beisbol, al que tras ser elegido para probar en las ligas menores, los sueños se le hacen realidad y viaja a EEUU (“los states”) para unirse a otros chavales, mayoritariamente de los países en los que el beisbol es el deporte núm. 1 (República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, Panamá y alguno más por ahí, de Cuba no hay ninguno por razones obvias), con la firme intención de triunfar, chavales que vemos con la lógica desorientación en cuanto a idioma y costumbres de su nuevo lugar de residencia, así como la acogida del pueblo USA a los desorientados muchachos.
Si bien es cierto y lógicamente necesario dada la historia incluir alguna que otra escena de beisbol a través de las cuales se nos muestran su día a día en los estadios, la película esta mas enfocada como un retrato (en algunos tramos cuasi documental) del modo en el que Miguel enfrenta y se adapta a su nuevo entorno (salidas a discotecas, relación con iguales y la comuna que forman los chavales alejados de su patria y costumbres, convivencia con presbiterianos del medio oeste americano que le acogen en su casa y tienen una hija bastante religiosa y un hijo en Irak, etc.), tanto en el comienzo de su llegada como cuando ya mas picardeado comienza a salir adelante y a ser él quien ayude a adaptarse a los recién llegados en flujo continuo, sus coqueteos con los anabolizantes para superar un bache de juego (¿ les suena ? ) y finalmente las consecuencias para él y para su familia y entorno de la decisión que toma en cuanto a qué hacer con su vida.
En resumen, ficción dramática puesta en marcha por HBO y dirigida por los responsables de “Half Nelson 2006” (además de colaborar en el guion como en esta, Anna Boden co dirige junto a Ryan Fleck) que utilizando como detonante el mundo del deporte, nos regala una magnifica y acertada mirada sobre la sociedad en la que se desarrollan los hechos (República Dominicana y USA), narrada de forma pausada y sin estridencias (insisto en lo de los tramos semi documentales) que si bien puede que confunda a los que esperaban (esperábamos) una buena historia de esas de superación deportiva, resulta indudablemente una buena, realista y en bastantes tramos emotiva mirada a eso que llaman “el sueño americano” y al mundo real de la inmigración, todo ello coronado con un soberbio y emotivo final y una buena banda sonora.
En cuanto al apartado técnico solo reseñar que estamos hablando de HBO (como a los que hicimos la mili obligatoria, el valor se le supone) y que el trabajo de los desconocidos actores (para mí) resulta más que digno y adecuado a el espíritu de la producción.