Estamos ante lo que podría definir como una película gamberra, pues no encuentro un calificativo más apropiado para el vacilón que se marcan los responsables de este film, haciéndonos creer en los primeros minutos que estábamos ante la típica y manida historia de niñera en casa alejada de la mano de Dios, que mientras está cuidando al pintoresco niño se ve acosada por el psicópata de turno, aunque el espectador medianamente avezado en estas lides, ante la caricaturesca amabilidad de los padres de la criatura ya empiezan a intuir que hay algo más.
Pues bien, ante el hándicap de no poder contar nada mas del argumento, para no estropear la relativa sorpresa que suponen los lúdicos giros de guion (regla núm. 1: no ir de listillo y cuando una cosa desprende un agradable tufillo, ponérselo fácil y dejarte sorprender), que toma la historia y que suponen lo realmente entretenido y divertido del film, me limitare a decir que estamos ante una bastante entretenida película de terror, con un metraje adecuado (83 min.) plagada de efectivos golpes de humor negro, en la que abunda el gore (aunque en principio parece malsano, deriva a descacharradamente guiñolesco), las actuaciones están perfectamente adecuadas a la historia, la música se limita a subrayar la trama sin estridencias y en la dirección se nota la mano de alguien que ha mamado mucho cine de terror y trata al género con respeto y cariño, recordándome en cierto modo en atmosfera y tratamiento, a alguna de las que fueron referencia en los 80.
Diciéndolo de otro modo, te deja el mismo sabor de boca, que cuando antaño escarbabas en las polvorientas estanterías de videoclubs de tercera entre desconocidas y modestas producciones y tras múltiples intentos fallidos, dabas con una que te alegraba el día, pues esta que nos ocupa es esa una.
Recomendable.