Un periodista norteamericano casado con la sobrina de un capo de la droga mexicano, harto de que no llega la oportunidad de desarrollar su potencial en el medio en el que trabaja, decide en compañía de su hermano y aprovechando el parentesco, hacer una serie de entrevistas por su cuenta y riesgo (con vistas a su posterior comercialización en forma de libro, conferencias pagadas y reconocimiento profesional), en las cuales el capo de marras le cuente su vida y la clave del éxito de sus negocios, cosa a, a que este accede y por la que en compañía de un fotógrafo se desplazan a el pueblo de este, “Las Pesadillas”.
A partir de aquí , con los tres norteamericanos instalados en casa del, se supone, duro mafioso y desprendiendo un considerable tufo a bodrio, en base a la pretenciosidad en la manera de contar la historia y la estupidez que desprende el capo de pacotilla con sus estúpidas sentencias de manual de auto ayuda barato, nos encontramos con castañazo de muy padre y señor mío, que solo puede engañar a consumidores de telenovelas baratas (tiene delito la historia entre la mujer del mafiosillo y el periodista), pero que no le llega a la suela de los zapatos a cualquier narco explotation mejicana al uso (“Apañaron a Camelia 2008”, “La suburban de las monjas 2008” o “Mexican Bloodbath” o a cualquier retrato más o menos serio de ese mundo.