Con guion del gran y longevo Larry Cohen, nos encontramos ante una autentica joyita dirigida por William Lustig (que ya nos había deleitado con Maniac cop), que disfrazada de película de terror (ese zombie disfrazado de tio Sam, que no deja hippie con cabeza), hace una profunda y sangrante critica al patrioterismo tan en boga por aquella época (en algunos momentos da la impresión, de justamente lo contrario).
En resumen, entretenida y divertida de ver, a la par que modesta película, con un rompedor guion, buena dirección y un casting más que resultón, en el que destaca William “Falconetti” Lustig y una breve pero jugosa aparición de Robert Foster como congresista.
En un episodio de Masters of Horror dirigido por Joe Dante, se retomaba esta premisa (soldados zombies), más en plan reivindicativo que slasher.
Recomendable.