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España España · madrid
Voto de tiznao:
6
Terror Una vez más el príncipe de las tinieblas sigue vampirizando. Lisa es una experta en vudú. Totalmente atraída por Drácula intenta salvarle. (FILMAFFINITY)
9 de septiembre de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la muerte de una sacerdotisa vodoo, su hijo Willis (Richard Lawson) se postula para sucederla al frente del grupo de practicantes y cuando estos votan a Lisa (Pam Grier) muestra su disconformidad y enfado y sale con malos modos del velatorio, faltándole tiempo para acudir en busca de ayuda para la venganza a un anciano que también andaba descontento porque consideraba que en vez de la difunta el sacerdote debería haber sido él.
El anciano le da unos objetos e instrucciones y le advierte que cuidadito, que es muy fuerte lo que pone en sus manos, para en la escena siguiente ver a Willis haciendo un sortilegio vodoo sobre unos huesos apilados, de los cuales se materializa nuestro viejo amigo Blacula (no puedes evitar una sonrisa de regocijo al ver de nuevo a William Marshall) y lo primero que hace es morder y convertir a Willis en vampiro ante la evidente contrariedad de este, no por haberse convertido en vampiro, sino por la gran putada que supone para un tipo tan apuesto y elegante como el, la imposibilidad de verse reflejado en un espejo.
Todo esto a modo de presentación de los personajes principales en los primeros 5 minutos de metraje (interrumpidos por unos vacilones títulos de crédito encabezados por el anagrama AIP), a partir de aquí con Blacula poniéndose en contacto con Lisa para que con sus poderes voodoo le ayude a librarse de la maldición y las muertes y posteriores conversiones en vampiros que va desencadenado a su paso (impagable la escena en que 2 proxenetas negros tratan de atracar a Blacula a punta de navaja), tenemos una entretenida e interesante blaxploitation de terror a la que los toques de humor dependientes de alguno de sus diálogos la sientan de maravilla, con unos ataques vampíricos realmente atrayentes y que lucen serios y salvajes, una buena banda sonora salpicada con gotas funkie y soul, buena actuación de William Marshall en su segundo papel (y ultimo) como Blacula (“Blacula 1972” fue su presentación en sociedad) y la siempre enriquecedora para cualquier producción en la que aparezca Pam Grier (aunque lamentablemente aquí sale vestida durante todo el metraje y su papel es gris y limitadillo, sigue iluminando la pantalla en sus escasas apariciones).
Por último y como curiosidad señalar que a mediados de los 80 se rodo una versión porno con Ron Jeremy “Lust of Blackula”
tiznao
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