Dirigida por un Jim Wynorski al que sus primeros trabajos como alumno ventajoso de Roger Corman le otorgaban de cara al aficionado una cierta condescendencia, producida por Sci-fi Channel y con Michael Pare al frente de un reparto de jovenzuelos como ese grupo de concienciados con el medio ambiente dando tumbos por una isla donde se están llevando a cabo extraños experimentos por un doctor que trabaja para el gobierno.

A base de cortos flashback a consecuencia de la hija del doctor (también doctora) relatando al capitán de navío que interpreta Michael Pare (un barquito generado por ordenador que le chafan 2 piojosos aviones) y lo que va quedando del grupo vamos conociendo el cómo y el porque hay 2 gigantescos bichos (una cobra y el komodo del título) de unos 50 metros de envergadura correteando por la isla y devorando de vez en cuando a algún humano.

Para no marear mas la perdiz (me estoy extendiendo sobre algo que no merece mucho esfuerzo), actuaciones malas, guion pésimo y los bichos (único motivo por el que imagino que cualquier hijo de vecino echara un vistazo a esto), pues que quieren que les diga, una chapuza informática que en los tiempos actuales no tiene perdón de Dios haberlos sacado tan chapuceros y tan poco amenazantes y ridículos.

En resumen, mala y aburrida hasta para los mas entregados degustadores de series “Z” de monstruos, que por no tener no tiene ni una mala gota de humor que la salve (de lo peor de las muchas que me he tragado de Sci-fi Channel).