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España España · madrid
Voto de tiznao:
4
Thriller. Intriga. Acción Un misterioso móvil que manda mensajes anunciando posibles desastres o dónde ir para que a uno le sonría la fortuna, hace vislumbrar a un joven ingeniero americano (Shane West) la posibilidad de enriquecerse, pero, al mismo tiempo, se convierte en el blanco de una mortal conspiración internacional. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ingeniero informático norteamericano que se encuentra instalando un sistema de seguridad en una empresa de Bangkok, al llegar al hotel la recepcionista le entrega un paquete diciéndole que es un regalo que han dejado para él y que resulta ser un móvil de última generación en el que le aparece, primero un sms diciéndole que se quede el fin de semana puesto que el hotel tiene una oferta por la que la estancia le saldría a mitad de precio (el vuelo 4400 que era el que debía de haber cogido, se estrella, muriendo todo el pasaje), y luego otro sugiriéndole que compre acciones de una compañía (al día siguiente triplican su valor), por lo que al recibir un tercero diciendo que vaya a Praga, mientras intenta averiguar quién le mando el teléfono y los sucesivos sms, allí que se dirige, nada de en plan angustioso o inquietado, sino en plan “que guay”. A estas alturas de la película (10 min) y a pesar de salir Edward Burns como el encargado de seguridad de un casino al que el ingeniero ha ido y en el que ha pegado un par de pelotazos a las maquinas tragaperras y black jack (100000 euros que había pillado en las maquinas y saca 21 en el blacky), y ver la reacción del casino al ver por los monitores que mira la pantalla del móvil antes de apostar, (un gigantón que se limita a decirle que no están permitido los móviles en el casino, dejándole ir a continuación, que como es sabido es la reacción habitual en estas instituciones benéficas, cuando sospechan que han sido estafados) nos damos cuenta que esta no es una película seria, que empieza a oler a castañazo que apesta y que no va a ser ni de lejos como la anterior joyita también dirigida por Greg Marcks (11: 14 - Destino fatal 2003) y que la presencia de los otrora sinónimo de cierta calidad en las producciones en las que se embarcaban Edward Burns y Martin Sheen, es solamente por motivos alimentarios o vaya usted a saber.
En fin, para no marear mas la perdiz, estamos ante una soberbia y pueril tontería de la sección “conspiraciones varias y cuidadito con Echelon”, eso sí, con sus agentes del FBI, sus rusos, cosmopolitas escenarios (Bangkok, Praga y Moscú), una resultona fotografía, su trío de actores serios (Edward Burns, Jonathan Pryce y Martin Sheen ), su siempre seguro actor de carácter (Ving Rhames), su aguerrido toque femenino (una tal Sandra De Sousa, que es la protagonista de la primera escenilla de acción a la hora de metraje) y como estrella de la función el tipo que deleito y asombro al mundo con su asombrosa interpretación en su última película, la extraordinaria Red Sands 2009: Shane West.
Para ver en un día tonto en el sofá de tu casa (en el mejor de los casos) e ipso facto olvidarla para los restos.
tiznao
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