Amable comedia costumbrista ambientada en un pequeño pueblo sureño del estado de Georgia, donde todos se conocen y nunca pasa nada; nos cuenta la historia de un matrimonio con 2 niños, el (Luke Perry) dueño de una pequeña tienda con la va mal tirando, perseverante inventor aficionado que no acaba de cuajar, y debido a las inversiones en proyectos de inventos que tampoco es que suenen muy descabellados, teniendo sus mas y sus menos líos conyugales con ella (Elaine Hendrix), que ve como la economía domestica se resiente de esos desvíos presupuestarios y lo difícil que les va a ser reunir el dinero con que cumplir su ilusión de juntar dinero para mandar en un futuro a los hijos a la universidad.

Teniendo en cuenta que Luke Perry me resulta entretenido como actor (difícil lo tiene uno, ya que salvo su papel en aquella en la única temporada de la excelente serie de HBO de surfistas con toques metafísicos sobrenaturales llamada, "John from Cincinatti", su filmografía no es para tirar cohetes), que la chica esta, Elaine Hendrix, luce muy guapa y suelta como esa madre de familia de armas tomar metida en atracos y negocios de antigüedades, y que desde el primer momento deja claro sus cartas de pasable entretenimiento puesto en marcha con el único afán de arrancar una sonrisa de vez en cuando (en un par de escenas con escopeta de por medio, lo consigue), con su mezcla romántico/costumbrista con gotas de humor sureño, retomo, teniendo todo esto en cuenta, la función se deja ver, no te defrauda, y si te pilla el día tonto hasta puedes llegar a disfrutar con lo modesto y resultón de sus pretensiones y acabado.