Entretenida y sumamente divertida vuelta de tuerca a las siempre interesantes historias sobre psicópatas haciendo de las suyas en un vuelo comercial, si además se trata de una producción que se eleva sobre la factura televisiva al uso en este tipo de producciones y cuenta con un malo, malísimo como Ray Liotta y nos regala una media hora final sumamente inverosímil (cuanto más inverosímil mejor) y trepidante (cuasi cartoonesca), miel sobre hojuelas.
Es más, cuando la pillo por algún canal de televisión me quedo pegado a ella sin remisión y disfruto como un enano.
Absolutamente recomendable y reivindicable (pour connosseurs).