Tras varias películas como asistente de cámara y editor ("Shine 1996", "Kll Bill", "Grindhouse 2008", "Syriana 2005", "Misión Imposible 2, 2000" y "El ultimo Samurai 2003", por citar a de las de mas renombre), estamos ante la opera prima (tanto en la escritura como en la dirección) de Jasmine Yuen Currucan, una road movie áspera y seca como los paisajes del interior australiano por la que transcurre, en la que asistimos al viaje a no sabemos donde de John (Travis McMahon) y Eli (David Lyons), secuestrador y secuestrado en un Ford rojo, vamos conociendo las circunstancias personales de cada uno y los motivos por los que John lleva a Eli maniatado y maltratado, sin saber en ningún momento ni secuestrado ni espectador como acabara la cosa.

Súmese a ese desconcertante viaje, un sheriff (Bryan Brown) que para al Ford por exceso de velocidad, y tras una tarantiniana perorata y una advertencia, le deja proseguir camino (Eli viaja inconsciente en el maletero en ese momento), un camionero que topa en mal momento con la pareja, y el cruce final de personajes y circunstancias que abocan a un final tan seco y áspero como la película, y tenemos un pasable thriller, en el que los cabos sueltos que quedan sin atar al acabar el metraje perjudican notablemente el conjunto, aunque presumo que el director/guionista ha tratado de realizar algo estiloso (entiéndase dentro de esa atmósfera seca y áspera), con un aire fatalista en cuanto a desenlace y un toque dramático en la escena que da paso a los títulos de crédito finales.

En resumen, aunque dista mucho de ser la buena película que ese siempre resultón paisaje australiano, el bagaje cinematográfico del debutante (como detalle mitómano, el inexistente en realidad libro que está leyendo Michael Parks en "Kill Bill" en una escena con Uma Thurman, se titula "The Carrucan's of Kurrajong", y como autor figura Jasmine Yuen) y lo que de bueno tiene para el buen degustador de serie B, el reencuentro con un lozano Bryan Brown, merece un visionado.