Interesante película con una gran actuación de la guapísima Connie Nielsen, en el papel de una baqueteada por la vida condenada a muerte, que entretiene y mantiene el suspense durante todo el metraje, ayudado por un correcto Aidan Quinn, como el tipo que se enamora de ella y que revuelve Roma con Santiago para demostrar la inocencia de esta, proceso durante el cual salen a la luz secretos celosamente guardados. Pese a no ser nada del otro mundo, es una digna representante de este, ya subgénero, de falsos culpables con la soga al cuello.
Recomendable.