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España España · Londres
Voto de Sitodine:
1
Romance. Drama. Comedia Lo que comenzó como un juego de infancia entre Sophie y Julien, un juego de atrevidos retos, con el tiempo se ha convertido en una forma de vida. Sophie y Julien llevan ese juego hasta el límite, se burlan de todo y de todos y se hacen daño deliberadamente. Moderno cuento de hadas que relata una grotesca y hermosa relación de amor-odio. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2011
52 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Películas como esta son la causa (o la consecuencia) de la decadencia occidental y de la corriente de subnormalidad (cada vez más común) de la clase media aburguesada moderna que presume de altruismo y de valores neo-románticos cuando en realidad representa una involución atroz en todos los aspectos. Los protagonistas son dos modernillos gilipollas y egoístas obsesionados con obtener la complejidad a toda costa a la par que asesinan la autenticidad de sentimientos y los valores sociales/humanos más básicos. El resultado es una soberana memez que increíblemente crea adeptos y clones como truños, encandilándolos durante los primeros minutos con ese tufillo dramático de presunta originalidad en el que se nos presenta a una mamá que va a morir mientras el niño repelente que quería volar camina junto a la melindrosa de su amiga por mundos oníricos de caucho rezumando paranoias de relleno mal heredadas de la tita Amélie. (Inspirar; Espirar). Después, los crios crecen, y entonces sobreviene el horror, EL HORROR. La cosa prosigue con un argumento magníficamente estúpido e irritante que genera cero simpatía y cero empatía e invita al sufrido espectador a querer asesinar con sus propias manos al par de papanatas que con total impunidad se pasea por la pantalla haciendo el imbécil para, al final, regalarnos una colosal gansada que sólo ha podido parir una mente de majestuosidad mentecata falsamente distinguida, autocomplaciente y sin ningún tipo de remordimiento. La película incluye monólogo “QuieroSerComoTrainspotting” y sucesivas versiones de La Vie en Rose a cual más infame. ¡Oh modernillos!

Bien pensado, y aunque sea una peliculilla absurda y hortera, esta menudamierda puede tomarse como una ilustración de lo que uno tiene que evitar en un mundo donde el número de mindundis pancistas crece exponencialmente.

He aquí un juego para el flamantillo egoísta de singularidad artificial e indecente:

“Pon el muñón de tu mano derecha sobre tu hombro izquierdo e intenta morderte la oreja derecha mientras cantas La Vie en Rose de Edith Piaf versión techno”.

¿Capaz o incapaz?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sitodine
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