Una película obligatoria para aquellas personas que sufran una adicción que les haya llevado a tocar fondo en sus vidas, La historia de Bill es la vida de un hombre que luchaba contra el alcoholismo y que solamente hubo una solución, la ayuda a otros alcohólicos, de esta manera surgió Alcóholicos Anónimos y el programa de recuperación que ha ayudado a otras tantas personas con otros tipos de adicciones como las drogas, la comida o la lujuria.

Una película muy buena para llegar a tener la categoría de Telefilm, muy bien actuada y sobre todo, muy bien tratada, una hora y media que sabe tratar y resumir la esencia de A.A. (Alcohólicos Anónimos), su medicina milagrosa que ha conseguido actuar más allá de la ciencia.

La historia de Bill es el ejemplo de como se retrata la enfermedad, algo que va más allá de la simple bebida, de una enfermedad del alma que se propaga a otros niveles como laborales y sobre todo, familiares, todo queda muy bien reflejado en la película.

La película puede llegar a emocionar de verdad a aquellas personas que han vivido lo mismo, que saben que es una enfermedad del alma y para toda la vida, pero que el día a día es la solución, una gran medicina para aquello que los médicos daban como casos terminales.

La ayuda al otro es la mejor solución, dejar de pensar en nuestro ego y estar sobrios, es la manera de poder encauzar la vida del alcohólico.
La película tiene frases memorables y ejemplares para alguien que trabaje el programa de A.A. pero hay una que resume para mí la esencia de la adicción, es cuando uno deja de beber y por fin se enfrenta a uno mismo.

Para aquellos que tengan curiosidad por conocer más de cerca el mundo de A.A., están ante una gran película, y para aquellos que estén en A.A., les emocionará.