Una tarde de domingo sentado en casa y aburrido sentí ganas de sentirme como en los viejos tiempos y ponerme una película de “aquella época”, una película de cine de barrio, y no supe muy bien cual poner, pero todas de esa época eran iguales.

Una película para todos los públicos y sin mucho guión, pero con muchas intenciones.

Es una historia muy tonta, una película con un guión tonto pero es una película de una época en donde las críticas tenían que ser muy discretas, y aunque no hay mucha crítica, es una película del régimen, películas que tenían que patrocinar a España y nada de críticas al sistema.

Aquí hay mucha España, canciones muy españolas, las grandes canciones de Manolo Escobar que compiten con la modernidad, una España cerrada.

Una promoción de España, e incluso de la España más castiza, pero una crítica a un sistema que no dejaba entrar la modernidad que se vivía fuera de nuestras fronteras, además de ser una crítica a un hombre machista.

Una película con estrellas del momento, Alfredo Landa o Gracita Morales, la verdad que gracias a Dios, la historia les ha puesto en su lugar ya que llegaron a hacer grandes películas, sobre todo Alfredo Landa, por otro lado está Concha Velasco, la estrella del momento, la roquera, una actriz que no supo pasar página y amoldarse a los nuevos tiempos, siendo una actriz que ha sido como la crema blanca, es decir, que para todo sirve y nada cura.

Una película tonta pero perfecta para un domingo por la tarde.