No se pueden ni imaginar lo genial que es este corto de Kieslowski, sin duda ya era un maestro del corto documental, un género realmente difícil.
La estación central de Varsovia (Warszawa Centralna) fue contraída en el año 1975 y el documental de Kieslowski data del 80, hasta hace unos pocos meses estaba realmente igual como se muestra en el corto, las mismas paredes, las mismas vías e incluso la misma gente, Kieslowski sabía muy bien lo que recoger con su cámara para realizar una dura crítica al sistema comunista.
Créanme, hasta hace poco, todo era igual e incluso si tienen suerte, puedan encontrarse con algo así todavía.
Actualmente el edificio sigue igual, lo han pintado de blanco por dentro pero todo se mantiene igual, solo reformado por dentro, los pasillo y las vías pero hasta hace poco era un auténtico desastre de la humanidad, todo era tan sucio, lugares de espera asquerosos, lugares de comer también asquerosos y mucho más de los mismo.
Retrasos de trenes de hasta 50 minutos, mujeres mayores comiendo, gente rara y poco de fiar y una cámara que todo lo controla y vigila, ese comunismo que todo lo controlaba, ese miedo continuo en el que se vivía.
Kieslowski sabe que gente mostrar para retratar a la sociedad polaca del momento, es lo que siempre digo, Kieslowski era un ejemplo de sensibilidad especial ante el sistema vigente.
Es curioso porque cuando veo este documental tengo la misma sensación que Kieslowski, yo como extranjero que ha vivido tantos años en Polonia y ahora ya en Varsovia, tengo esta extraña sensación cuando voy a la estación central ahora renovada para la eurocopa, veo a la gente ir y venir, a las cajeras siempre tan “agradables”, siempre problemas, dificultades, papelitos por aquí y por allá, esa sociedad polaca que se movía entre el miedo y la angustia.
Gracias a dios todo va pasando y el país se va renovando, como la estación central, su modernización simboliza el avance del país, sin duda, en la estación central ya se ven otras caras muy diferentes.