Lo primero que llama la atención de este film es su título. Teniendo en cuenta que su protagonista es Sarah Jessica Parker, los distribuidores nacionales, han querido que el espectador asocie el film con su gran éxito televisivo ("Sexo en Nueva York"). Sin embargo, todo aquel que acuda a la sala de cine pensando en ver algún subproducto paralelo o similar a la citada serie, se llevará una gran decepción. Y no por la calidad de la película, que ya llegaremos a eso, sino más bien porque su protagonista está en las antípodas de la famosa Carrie Bradshaw.

En este film la Parker interpreta a Kate Reddy una analista financiera, madre de dos hijos y felizmente casada (con Greg Kinnear), la cual tiene una gran oportunidad profesional que implica que tendrá que desdoblarse para evitar que entren en colisión su vida profesional y su vida laboral. Así, el título original ("I don't know how she does it") es mucho más real sobre lo que vamos a ver que el "traducido".

Aclarado el tema del título, ya se puede decir que el film, firmado por un dócil Douglas McGrath, es malo. No se puede hablar de la producción visual, pese a que prácticamente todas las comedias románticas parecen estar pintadas por la misma mano. No se puede hablar de interpretaciones deficientes, ni de buenas apariciones como la de Pierce Brosnan o el televisivo Kelsey Gramer. No se pueden negar alguna que otra ocurrencia divertida a costa del trajín que tiene que sufrir la protagonista para conseguir mantener su estatus profesional sin perder el carné de madre.

Pero a pesar todo es un film aburrido, casi rutinario. Y lo que es peor: reaccionario. Todo el asunto del film viene a cuento de una mujer trabajadora, normal y corriente (aunque con trabajos mucho menos interesantes y aburridos, eso sí) de nuestro tiempo que llega a un punto en el que debe establecer prioridades. Y la elección sigue siendo la misma en el siglo XXI que en el XX o en el XIX. En el fondo no ha cambiado nada, pese a la militancia feminista activa que intenta transmitir el realizador (la presencia de los hombre en este film es muy inferior de largo), en el fondo todo es una cortina de humo, para hacernos creer que las cosas son diferentes, pero como decía aquel, sólo hay que cambiar un poco para que todo siga como antes.