Bajo una apariencia de comedia agridulce, Hunt construye un relato de aire bastante realista sobre esa etapa de la vida, que ronda los cuarenta, cuya encrucijada es tan difícil de atravesar para el ser humano. A medio camino entre el trama y la comedia, entre el trascendentalismo y la ligereza, el personaje construido por Hunt trata de moverse por en medio de un panorama nada alentador, tras una série de acontecimientos escalonados que van minando su moral, comenzando por su contínuo fracaso en su deseo de ser madre, la constatación que su marido (interpretado por Matthew Broderick) no sólo no tiene los mismos objetivos que ella en la vida sino que además, su etapa de maduración todavía está lejana, la muerte de su autoritaria madre adoptiva, son contínuas decepciones cuando está en la frontera de los 40. Pero por otra parte, la aparición repentina de su madre natural (excelente Bette Midler), y la posibilidad de construir una relación con Frank (Colin Firth), el padre de un alumno suyo, son dos acontecimientos que parecen ofrecer una salida a la situación personal de April, aunque desde luego no será fácil.
Despojada de todo "glamour", y con sencillez, el film de Hunt es honesto, no tiene grandes pretensiones, y su principal acierto es el dibujo de madurez del personaje que construye, bastante aproximado a la realidad. Además, aunque se nos va antonjando un tanto anodino y previsible a medida que avanza el film, no por ello se le puede negar el mérito de intentar ofrecernos una visión bastante realista de una mujer madura de hoy en día, aunque, por otra parte, no evita caer en tópicos ni en estereotipos. También es cierto, que el relato gira excesivamente alrededor de su personaje, pese a que Bette Midler y Colin Firth tienen sus momentos de "gloria" (inmensos los dos, mucho mejor que Hunt, todo se ha de decir), ambos están demasiado subordinados a ella, no dejandoles desarrollar sus personajes más allá de lo estrictamente necesario, con una Midler que aporta más de una sonrisa en tan sombrío panorama dibujado por la directora, y un Firth que viene a representar el polo opuesto de su ex-marido, un hombre que ante la situación (forzada, por otra parte), acaba asumiendo sus responsabilidades propias de su edad, pero cuya relación con Hunt se antoja complicada precisamente por estar en un grado de madurez parecido. El papel de Midler viene a dar un toque más cómico.
Pese a mantenerse dentro de los "estádards" de la ideologia conservadurista que caracteriza el "mainstream" de Hollywood, Hunt consigue ofrecernos un film con un aire independiente, más personal y realista, y por ende, menos "glamouroso", sin atreverse a profundizar ni a romper con la norma, pero demostrando que se puede contar una historia desde otras perspectivas distanciadas de las habituales. Lamentablemente esto implica al mismo tiempo alejarse de la taquilla pese a no tener nada que envidiar a productos similares mejor empaquetados.