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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Acción. Ciencia ficción Perseguido por su turbulento pasado, Mad Max cree que la mejor forma de sobrevivir es ir solo por el mundo. Sin embargo, se ve arrastrado a formar parte de un grupo que huye a través del desierto en un War Rig conducido por una Emperatriz de élite: Furiosa. Escapan de una Ciudadela tiranizada por Immortan Joe, a quien han arrebatado algo irreemplazable. Enfurecido, el Señor de la Guerra moviliza a todas sus bandas y persigue ... [+]
13 de abril de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres décadas después que se diera por finalizada la exitosa trilogía de Mad Max, realizada por George Miller, el propio realizador se ha encargado de retomar su personaje más emblemático y volver a hacerle correr por los paisajes desolados de un mundo post-apocalíptico perseguido por un grupo de personajes más locos aún que él. Aunque hay que decir que se trata de un proyecto que ya llevaba casi 15 años intentando levantar.

Hoy en día es complicado esperar demasiado de un remake, quizás porque la propia industria se encarga de reactualizar películas de mayor o menor éxito con mayor o menor suerte. Posiblemente, el no haberse hecho demasiadas expectativas ha ayudado todavía más a esta propuesta de Miller, que, hay que decirlo, más que retomar el universo de Mad Max, lo reactualiza dando un giro en el que prácticamente lo único que queda de la saga en esta película es el personaje y la idea general de un mundo desbastado en el que el agua acaba siendo el bien más preciado.

Si en los 80, Miller consiguió que su saga se erigiera como una de las mejores películas que se hicieron en la época (y no fueron pocas) en la que se fabulaba sobre las consecuencias de una guerra termo-nuclear (o algo parecido) que reducía a sus supervivientes casi a la apariencia de unos neandertales dominados por los que aún habían conseguido acaparar algo de tecnología, en el siglo XXI el propio Miller no sólo se ha reinventado, sino que de paso, nos ofrece un espectáculo de acción del que deberían tomar buena nota otros realizadores.

Para empezar, Miller realiza su obra sin Mel Gibson. Ni siquiera se le permite un cameo en el film. No queda claro si esto ha sido así por convicción propia o por el hecho que el actor australiano está vetado en Hollywood. El caso es que Tom Hardy, compone un convincente Max, aunque es un trabajo puramente físico ya que sus líneas de diálogo prácticamente no pasan de una o dos páginas. Junto a él, y es otro gran acierto del film, está Charlize Theron, encarnando a un personaje, Emperatrix Furiosa, que se acaba apoderando de la función. Theron también se entrega a un personaje muy físico, pero el mismo sentido que el de Max. Que nadie espere ver demasiada "chicha" de la escultural actriz ya que prácticamente hay que intuirla tras la gruesa capa de polvo, sangre y sudor (y, si, también alguna que otra lágrima, pero muy pocas).

Entre los dos prácticamente aguantan el peso de una película con la ayuda de algunos secundarios, en especial de Nicholas Hoult que sabe estar a la altura de lo que requiere la historia. Miller sólo se preocupa de ofrecer al espectador una pequeña introducción, que sirve tanto para el espectador que en su día se deleitó con su saga de los 80 como para las nuevas generaciones, y a partir de ahí nos introduce en su particular mundo post-apocalíptico que en grandes trazos es el mismo que dibujó en su día, pero que al mismo tiempo no tiene nada que ver con él. La fuerza de esta película no tiene tanto que ver con un argumento que se puede resumir en unas pocas líneas, ni con unos diálogos cuyo libreto apenas deben ocupar unas pocas páginas. La verdadera fuerza de este film la podemos encontrar en la potencia de unas imágenes en continuo movimiento cuyo tratamiento digital es deliberadamente medido, que destilan adrenalina, polvo y gasolina a partes iguales con un pulso ejemplar y que consiguen mantener al espectador pegado a la butaca durante las dos horas que dura el metraje. Y todo esto bajo la batuta de un realizador veterano con 70 años recién cumplidos y cuyas últimas aportaciones se habían limitado a la animación (responsable de las dos partes de "Happy Feet" y "Babe, el cerdito valiente") y a producciones televisivas. Quizás precisamente por eso, sus imágenes tienen tanto "punch". Es cierto que se trata de un film rodado con bastantes más medios que los de la saga de los 80, pero otros, con mucho más presupuesto ni se acercan a los resultados ofrecidos por Miller.

Habrá quien hable de la sombra de John Ford entre otros (es innegable el parecido con Monument Valley o films como "La Diligencia"). También habrá quien quiera ver alguna crítica contra los totalitarismos. Y algo hay de todo eso, pero la verdad es que cuando la pantalla se funde en negro y aún resuenan en los tímpanos de los espectadores la excelente (y ruidosa) banda sonora así como el rugido de los motores, y todavía queda grabada en la retina el grandioso espectáculo vivido, es imposible encontrar a nadie que piense en esas referencias.
manulynk
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