Pascal Chaumeil firma esta simpática comedia que sirve únicamente para pasar un rato entretenido... lo cual no tiene nada de malo, porque es precisamente lo que pretendía. Es cierto que no es ni tan original ni tan divertida como se cree, pero la verdad es que no importa demasiado que ofrezca menos de lo esperado. Como decía antes, es muy simpática, se pasa en un suspiro y tiene algunos momentos ciertamente inspirados (como el viaje en avión a Kenia, el rato del desierto, la visita de Jean-Yves a la clínica dental y por supuesto el momento en que él se da cuenta de cuál había sido la estrategia de Isabelle, o el vuelo sin gravedad).
Pero si por algo merece ser recordada esta comedia típicamente francesa es por la gran química entre la pareja protagonista, un simpático y muy agradable Dany Boon y una superlativa Diane Kruger. Se ve a todas luces que la alemana se lo está pasando bomba con la historia y el personaje que tiene, y eso, sumado a su inmenso talento (demostradísimo en Malditos bastardos, entre otras muchas), es garantía de que el público también se lo va a pasar genial con ella.
En definitiva, una bonita y agradable comedia que cumple con lo que se propone sin demasiadas estridencias y sin tampoco esforzarse mucho.

Lo mejor: Diane Kruger, Dany Boon y algunos momentos muy divertidos y/o emotivos del guión (atención al final, no menos bonito y gracioso por sabido de antemano).
Lo peor: No es ninguna maravilla, y es menos divertida de lo que parecía por su trailer.