Notable drama acerca de los grupos neonazis y supremacistas blancos de Estados Unidos, quizás una de las mejores películas hechas sobre el tema después de American History X, con la que además no tiene mucho que ver.
Todo ello visto a través de los ojos de Nate, un agente del FBI infiltrado con éxito y enorme credibilidad en una peligrosa banda supremacista de la que se sospecha que planea atentar. La cinta avanza con ritmo y combina muy bien thriller y drama para presentar una historia emocionante que, por alguna razón, tiene un aire inglés del que no puede desprenderse, como si lo que se nos cuenta hubiera pegado más en la Inglaterra de Cameron que en la América pre... ¿Trump? Con todo, que una película parezca inglesa nunca es un defecto, sino más bien todo lo contrario. No tiene necesidad la película, además, de aderezar con innecesarios romances u otros elementos superfluos. La intriga política basta para poner sólidos cimientos sobre los que sustentar personajes e intriga.
Y qué decir de un Daniel Radcliffe absolutamente soberbio, empeñado de forma muy inteligente en cambiar de género constantemente y demostrar su habilidad para dar vida a todo tipo de personajes. Sus ojos lo dicen todo y su fuerza lo hacen parecer el tipo peligroso e indeseable que ha de ser Nate en su peligrosa misión. En una palabra, espectacular trabajo del británico.
Más que recomendable.

Lo mejor: Daniel Radcliffe y la seriedad de la propuesta
Lo peor: Le falta el empaque emocional necesario para ser sobresaliente