Viendo Ocean's 8 surge una pregunta muy clara.
Sí, desde luego que es una cinta entretenida que hace pasar un buen rato, como también lo eran sus tres predecesoras. Es simpática, se deja ver muy bien, tiene momentos inspirados y cameos y detalles que van a sacar sin duda una sonrisa a los que recuerden con nostalgia la trilogía original.
Pero, ¿era verdaderamente necesaria? O dicho de otra manera, y vamos a entrar a saco con la polémica. ¿Habría existido Ocean's 8 de no ser por la nueva ola feminista que domina el mundo? O vamos a reformularlo una vez más. ¿De verdad no podía subsistir el mundo sin un Ocean's 11 protagonizado por todo mujeres y en el que los dos únicos personajes masculinos importantes (los de Richard armitage y James Corden) son o tontos o "malos"? Ahí queda para quien lo quiera reflexionar.
Como decimos, la película es correcta y entretenida, pero hasta ahí llega. No esperen un gran thriller cómico de timos, y desde luego no esperen algo como lo que fue la Ocean's original del Rat Pack o el muy buen remake con George Clooney a la cabeza. Los personajes, en ocasiones, dejan mucho que desear, y aunque las timadoras son simpáticas, su plan es bastante menos espectacular y llamativo que el de sus homólogos masculinos, le pese a quien le pese.
Vayamos con el principal atractivo de la película: las actrices. Awkafina y Mindy Kaling no pueden aprovechar demasiado sus personajes por la falta de profundidad y tiempo en pantalla de los mismos. Rihanna no es actriz, y con eso queda todo dicho (alguien debería decirle que poner su clásica mirada seductora que ha exhibido en todos sus videoclips y tirar de su innegable belleza no es lo mismo que interpretar un personaje). Sarah Paulson, esa robaescenas nata convertida en estrella por derecho propio, está una vez más soberbia y aporta elegancia a raudales. Helena Bonham-Carter vuelve a demostrar que no hay personaje, estilo o género que se le resista, y además está más comedida de lo esperado en un personaje que de por sí se prestaba a excesos. Anne Hathaway es sencillamente una de las mejores actrices del mundo, y aquí muestra una vis cómica que sin duda debería explotar más menudo. De Cate Blanchett ya poco se puede decir a estas alturas, porque lo hace todo y todo bien, y aquí asume con brillantez el rol que tenía Brad Pitt en la trilogía original. Y Sandra Bullock... pues la verdad es que es una actriz de altibajos en su carrera, eso sin duda, pero para este personaje es sencillamente perfecta. Pocas actrices tienen su carisma y talento para comedias como esta.
En definitiva, una cinta correcta y entretenida, pero que si no hubiera existido tampoco la habríamos echado de menos.

Lo mejor: Paulson, Blanchett, Hathaway, Bonham Carter, Bullock y la simpatía que desprende la propuesta.
Lo peor: ¿Era necesaria de verdad?