Especie de fábula, traslación a la gran pantalla de la insigne obra literaria de Wolf Mankowitz, guionizada por él mismo.

El resultado, empero, no hace justicia al libro, toda vez que la unión de los mimbres que componen el film, aparece un poco desajustada. Me refiero que a veces no casan bien los aspectos melodramáticos con los costumbristas y algunos toques de comedia fina.

Se ve, eso sí, con gran respeto y en conjunto es agradable, sobre todo por los buenos sentimientos mostrados, donde la comunidad vecinal y de barrio, está unida frente al infortunio, los varapalos de la vida y los sueños rotos a través de los duros años.

Todo el mundo anhela algo, todos desean algo que no tienen, pero luchan por sobrevivir y no pierden la esperanza.

Así pues, entretiene y se ve con facilidad, poseyendo algunos buenos momentos, como todos los que aparece en pantalla el antiguo campeón de boxeo de los pesos pesados, el gran (en todos los sentidos) Primo Carnera.

Bonita fotografía de Edward Scaife y facilidad para olvidarla al no tener nada especialmente imaginativo ni memorable, pese a estar dirigido por Carol Reed, autor de algunos filmes que han pasado a la historia del cine.

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