Algo extraña combinación de drama psicológico y cine bélico, que cuenta como mejor aval con la presencia de tres estimables intérpretes, sobre todo del gran Van Heflin, ya en los últimos años de su carrera pero todavía en forma y, en este caso, abordando un papel nada gratificante desde el punto de vista moral.

La interrelación entre los tres personajes principales, en medio de una situación de confrontación de guerra mundial, tiene interés, pero siempre bajo una pátina de oscuridad, falta de ética, constante lucha por la pugna entre sentido de la amistad y sentido del deber y de justicia, amén de la preservación o no de la propia dignidad.

La cinta se sigue bien pero es irregular, con intensos momentos y otros menos interesantes, pero siempre amena.

Una película que, creo, no se estrenó en las salas comerciales españolas, que es curiosa desde el punto de vista argumental, aunque no convenza en su totalidad, quizás al pretender ser muy ambiciosa.

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