Coproducción entre España, Francia e Italia, que trata de copiar el éxito de las pelis James Bond, con exiguos resultados aunque este tipo de film, el de los súperagentes mediterráneos tuvieron su época dorada de unos cinco años. Así que tuvieron su predicamento, sobre todo entre los espectadores de los añorados cines de barrio.
En esta ocasión se pasa el ratillo aunque es mediocre.
Lo cierto es que no llega a aburrir pero sí que tampoco interesa mucho.
Industrialmente es superior a otras de parecido pelo pero argumentalmente es más de lo mismo, con situaciones reiterativas que hacen resulten apocadas y faltas de intensidad.
Eso sí, actrices muy bellas, como Sylva Koscina, Agnès Spaak o nuestra Gemma Cuervo. Y en cuanto a "los chicos" pues grata presencia de Luis Induni, Gerard Tichy, José Suárez haciendo de malvado...
Lo mejor, junto a la fotografía de Juan Gelpí, la historia de amor entre dos agentes antagonistas, con un halo romántico trágico que, vista la medianía del resto de elementos del filme, se agradece.

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