Se trata de una gran historia, entretenida y bien construida. Tan bien, que da la sensación que están viendo una película basada en hechos reales.
Es una buena película que atrapa a medida que pasan los minutos y que sorprende que pasase tan inadvertida en taquilla, quizá por falta de promoción.
Sobresale la interpretación de sus tres protagonistas Jesse Eisenberg, Alexander Skarsgård y Salma Hayek. Jesse Eisenberg es un actor que no suele sobresalir por sus grandes interpretaciones, sin embargo en esta película vence y convence. Salma Hayek, es una actriz que la madurez la convertido en una grande y que engrandece las películas en las que aparece, su simple presencia hace más grande la película. Pero si hay alguien que se sale en esta película es Alexander Skarsgård, que hace una interpretación magistral y que demuestra que tiene mucho más potencial de las películas a las que nos tiene acostumbrados.