Haz click aquí para copiar la URL
Reino Unido Reino Unido · Edimburgo
Voto de Tania:
6
Fantástico. Aventuras Durante las celebraciones populares, el joven de diez años Tadashi es elegido “Jinete Kirin”, defensor de la justicia y la paz. La leyenda cuenta que el Jinete kirin debe ir a una montaña cercana y reclamar una legendaria espada, guardada por el gran Goblin para así luchar contra el malvado ejército de Yomotsumono. Cuando los niños a lo largo del país empiezan a desaparecer y terroríficos monstruos comienzan a atacar a la gente, Tadashi ... [+]
9 de julio de 2007
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿En alguna ocasión has sido nombrado Jinete Kirin del año en las fiestas del pueblo? ¿Has sido acosado sexualmente en reiteradas ocasiones por una tortuga de flequillo beatleliano y una prostituta tuberculosa de kilométrico cuello? ¿Has intentado esnifar, enajenada dominatrix futurista, tu propia saliva? ¿Te has hallado ante el dilema de no saber si puntuar una película con un 3 o con un 7...?

Pongamos por caso que tienes diez años y se te asigna la tarea de salvar el mundo del ataque de una especie de gurú del reciclaje que trata de provocar una guerra interdimensional, atizando el rencor de los objetos desechados que pueblan el planeta, en un levantamiento basuril contra el capricho y la negligencia del hombre contemporáneo... ¿suena bien, no...? ¿¿¡¡NO!!??

...Pues así, con el encanto de un argumento tan absurdo como un bocadillo sin pan y un último tercio casi tan bochornoso como una batalla dialéctica sobre milenarismo entre Fernando Arrabal y el teletubby amarillo, La Gran Guerra Yokai de Miike cautiva y aturde con una fuerza irresistible.

Algunas escenas, algunos diálogos, algunas conclusiones o moralejas pseudofilosófico-morales de este peculiar homenaje al folklore nipón con reminiscencias (y mofas) a La historia interminable (indescriptible momento “caballo volador”), a The legend of Zelda: The Ocarina of Time, al Manga en general y a otros tantos elementos que no llego a identificar claramente, llegan a producir en el espectador una sensación cercana a la vergüenza ajena. Y al mismo tiempo resulta difícil dejar de levitar extasiado por una atmósfera sencillamente fascinante y una fotografía, en general, más que notable. Como difícil sería renunciar a la cita ineludible con las célebres idas de pinza del creador más notarrón de los últimos tiempos.

Supongo que sería rizar demasiado el rizo hablar de una denuncia metafórica, de un toque de aviso catastrofista disfrazado de gigantesco vertedero vengativo, a una humanidad desarraigada, autocomplaciente y alarmantemente cerda, abocada a la autodestrucción... ¿Apología del ecologismo? ¿idealización de la infancia? ¿exquisita burla al género de aventuras? ¿panfleto promocional de la gastronomía nipona (y en concreto, de las judías rojas)? ¿humor para psicópatas? ¿mera gilipollez de dimensiones épicas? ¿...de verdad iba en serio o se trataba todo de una descomunal coña?

Con todo, esta simpática cagarrutilla sigue siendo el peor trabajo de Miike que he visto hasta la fecha. A pesar de ello, recomiendo su visionado.
Tania
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow