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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
9
Drama Un escritor que escribe un libro sobre el antisemitismo decide hacerse pasar por judío. Esta experiencia le será muy útil: nunca había imaginado que fueran tantas las dificultades que tiene que afrontar una persona judía. También le resultará muy instructivo observar cómo reaccionan sus amigos y compañeros de trabajo cuando se enteran de su origen semita. (FILMAFFINITY)
28 de abril de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me parece, para nada, avejentada esta película, como afirman algunos, de 1947, firmada por Elia Kazan, donde reflexiona sobre el antisemitismo, no atacando a los sectores abiertamente racistas precisamente, sino todo lo contrario, apuntando a ese sector de la sociedad bienpensante y, aparentemente, libre de prejuicios, que consiente y tolera estas situaciones por cobardía, comodidad, conveniencia, o por no mojarse simplemente.
A un escritor( Gregory Peck), le encargan una serie de artículos sobre el antisemitismo en EEUU. Para hablar con conocimiento de causa y como nadie le conoce en Nueva York, decide hacerse pasar por judío con el conocimiento de su editor, su novia, su madre y su hijo.
Descubrirá estupefacto, que todo el mundo le empieza a tratar de manera distinta y empezará a sentir en su propia piel, infinidad de " pequeños" desplantes y discriminaciones por parte de personas que se autodenominan liberales, tolerantes y demócratas, empezando por su novia, que aunque le apoya en su cruzada, no podrá tolerar la idea de que le salpique en su bienestar y comodidad, en sus relaciones o en sus afectos.
No me parece relevante que se haya elegido el antisemitismo para ilustrar este tema. De hecho, en EEUU las " barreras invisibles" debían ser mucho mayores, y lo son, con los negros, los indios, o los hispanos.
Lo que me parece relevante, es que este tema " la barrera invisible", es un tema universal, en absoluto superado, que afecta a todos los países y a todas las sociedades, donde todos los espectadores nos vamos a ver implicados en unos sentimientos y prejuicios que, toda nuestra buena voluntad, no consigue superar y donde preferimos cerrar los ojos y manifestar nuestra desaprobación en voz baja y sin chillar mucho, no vayamos a incomodar a alguien, mientras seguimos tolerando todas las discriminaciones que sufren otras personas, compadeciéndolas eso sí, mientras suspiramos aliviados de no pertenecer a esos colectivos y sintiéndonos agradecidos de nuestros privilegios, sin mover un dedo.
También aquí en España, tenemos un montón de barreras invisibles.
El colectivo musulmán, los sudamericanos, los chinos...Personas a las que marginamos a la hora de darles empleo, a los que sólo utilizamos como mano de obra barata. No nos mezclamos con ellos, nos decimos a nosotros mismos que no somos racistas pero existe una barrera que no traspasamos o no nos atrevemos a traspasar. ¿ Cuánto va a durar esa barrera?. No lo sé, pero existe y la pone la buena sociedad la " no racista".
Es una película incómoda, porque ataca nuestras conciencias. Que consiga transformarlas o no, ya es otro cantar.
Kazan se centra, sobre todo, en el conflicto que se genera en la relación entre los dos novios. Pero es suficiente para que todos nos veamos reflejados. Muy, muy recomendable.
Izeta
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