Ésta es otra de esas películas con las que no coincido con la votación que le otorgan mis almas gemelas ni de casualidad.
Por mucho que esté dirigida por el elegante Minnelli ( admito que tiene auténticos peliculones) y defendida con el buen hacer de Rex Harrison, Kay Kendall y Angela Lansbury, esta película no deja de ser, si no la he interpretado mal, una comedia de adolescentes pijos para la masa prepúber de los años 50.
Admito que es elegante, con esos colores y fotografías tan bellas características de aquellos años. Pero es que la trama, que pretende ser divertida, es aburridísimaaaa. Yo por lo menos, no pude evitar bostezar una y otra vez.
Entiendo que estaba dirigida a un público joven de entonces, pero por eso mismo, creo que hoy ya no le queda ningún resorte que pueda llamar la atención de ningún público actual.
Un matrimonio de la alta sociedad londinense se dispone a presentar a su hija en sociedad. Eso supone bailes, vestidos bonitos, conocer a muchachos solteros etc... Pero nuestra joven casadera, se aburre con los pijos que le van presentando y se enamora del pijo "malote". Sus padres reaccionarán con inquietud y tratarán de apartarla de él.
Algunos gags que otros con escasa comicidad y bastante reiterativos tratan de alegrar la blanda comedia juvenil hasta su previsible desenlace y poco más.
He de decir que sólo había visto una película de Sandra Dee. Su papel de adolescente enamorada del novio de su madre en " Imitación a la vida". Pero éste que realiza aquí, de jovencita virginal no. Me ha resultado gracioso porque ahora es cuando me doy cuenta de la mordacidad de la canción que Stockard Channing le dedica a Olivia Newton John en la película de Grease, ¿ la recuerdan?.
Pues eso. El papel que Sandra Dee realiza aquí es el de una jovencita sosa y pija que debía resultar el ideal de las jovencitas de los años 50. Pero a mí me ha parecido lo mismo que si ahora hicieran una película con Tamara Falcó en la que nos contaran su debut en sociedad y sus posibles candidatos a novio oficial con la inquietud de Isabel Preysler merodeando a su alrededor, no vaya a ligar con algún desaprensivo.
Vamos que por mucho Minnelli que tengamos detrás, es un aburrimiento.
Por cierto, que este Hollywood tan imaginativo que tenemos hoy en día, se ha apresurado a hacer su remake ¿ cómo no?. Se titula " Un sueño para ella". No quiero imaginar cómo será. Pero apuesto cien contra uno que esta vieja película, con todos sus defectos, resulta una obra maestra a su lado. Llámenlo intuición.