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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
8
Drama Sam Tucker, un esforzado jornalero del algodón que sueña con un futuro mejor para su familia, consigue tener su propia plantación, pero habrá de enfrentarse a un clima implacable, a una inesperada enfermedad y a la hostilidad de sus vecinos. (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
" Si trabaja para una empresa grande, tal vez no se haga rico, pero siempre tendrá su sueldo aunque la cosecha sea mala. Pero el pequeño granjero que cultiva sus tierras, si pierde su cosecha, se queda sin nada". Es este diálogo, extraído de esta película, el tema principal de la misma y no otro.

Ambientada en el Sur de los EEUU en plena Depresión, algunos usuarios señalan sus similitudes con " Las uvas de la ira" de Ford en la que sale claramente perdedora. Y bueno, que sale perdedora no lo voy a negar pero que tenga similitudes con ella no, o por lo menos, muy pocas y bastante irrelevantes.
Este es un canto al pequeño autónomo, esos trabajadores que en nuestros días, les ponemos cara en nuestros pequeños agricultores o pequeños ganaderos, sujetos a los vaivenes del mercado. También podríamos ponerles el rostro de nuestros pequeños camioneros, taxistas, fontaneros, pequeños comerciantes etc..., que por propia elección o porque no han tenido más remedio, se lían la manta a la cabeza para tratar de salir adelante y labrarse su propio futuro.
Porque Sam ( Zachary Scott), elige ese camino. Trabaja de jornalero en los campos de algodón pero sueña con un futuro mejor para su familia. ¿ Es malo ambicionar algo mejor?. La mayoría de las veces, se paga un alto precio por ello como en seguida lo comprobará.
Lleno de sueños y valentía, arrendará unas tierras en las que podrá cultivar su propio algodón. Con las manos vacías pero lleno de coraje, se lleva a su familia a unas tierras abandonadas, con una cabaña cochambrosa, obteniendo a crédito la simiente y el abono, las mulas y el arado que necesita para empezar. Mientras, tendrán que comer de lo que cace y pesque, tendrán que pasar frío, mendigar agua y poner en riesgo la salud y la vida de sus hijos. Tendrá que hacer frente a la insolidaridad y la envidia de sus vecinos, a la inclemencia del tiempo y a un sin fin de riesgos más.
" Ven a trabajar a la fábrica", le dice un amigo. Sam no quiere. Ama la tierra, su trabajo y su independencia y aunque tenga que trabajar de sol a sol y por las noches las preocupaciones por sus cultivos no le dejen dormir, no tirará la toalla.
Claro que, para que todo esto sea posible, contar con una esposa que lo apoya en su empresa es vital. Y la abuela, extraordinaria Beulah Bondi, aunque se haya retrotraído a su infancia, sabe, en realidad, lo que su nieto quiere hacer.
Y Sam, mientras encuentre el apoyo de su familia, aunque la vida le noquee varias veces, se levantará y seguirá adelante.
Un canto al pequeño emprendedor.
Izeta
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