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Polonia Polonia · Barcelona
Voto de Totenkopf:
7
Drama Rusia zarista. Los obreros de una importante empresa están descontentos y, después de una reunión, deciden ir a la huelga. El director de la empresa informa de la situación a los responsables políticos y éstos envían a la policía para abortar la huelga. La tensión se dispara cuando un obrero se suicida al ser acusado injustamente de un robo. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2007
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este primer filme de su carrera, Eisenstein muestra ya su calidad como director y realizador. Quizá no esta al nivel de otras de sus obras como Alexander Nevsky, el Acorazado Pot'emkin o Ivan el terrible, pero aún así, el trabajo es loable y digno de admiración.

Muerto ya Lenin, este director desarrolló a sus anchas su filmografia bajo el gobierno del tio Pepe (Stalin) a quien podemos comparar con Ivan el terrible. El desarrollo de la filmografía de Eisenstein evoluciona paralelamente a la Rusia de su época, resultando ser siempre de contenido político y de veneración al comunismo. Sus primeras obras se remontan a los inicios de la revolución, alardeando a los primeros héroes de la causa comunista y las posteriores se plantean como un homenaje a la Rusia ancestral y a aquellos hombres que la construyeron muy a pesar de sus enemigos externos.

Una de las características y virtudes de este autor es la facilidad que tiene para conjugar los elementos simbólicos y dotar a ciertas escenas de una carga emocional sin precedentes, a la vez que juega con los pocos medios disponibles en lo que es un alarde de originalidad impresionante. De este filme, cabe destacar una escena impresionante, en la que un obrero se ata su camisa destrozada en lo que pretende ser una metáfora de la maltratada dignidad del obrero; también vale la pena considerar la caracterización de los accionistas/jefes como cerdos obesos dados al vicio y a la opulencia incapaces de verse satisfechos y la caracterización del lumpenproletariado, enemigo de la causa, presentado como un despojo de la sociedad, con su propio "rey" comediante.

PD: No hay palabras suficientes para describir la escena del matadero, sublime y desgarradora...no lo olvides, proletario
Totenkopf
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