Y es que, ¿que queréis que os diga? Es la historia de siempre, la gente carga contra ella a saco (ni que esperasen la reinvención del género o algo así) y a mi tampoco me ha parecido tan mala, sino a ratos incluso una digna película de aventuras sobrenaturales que no acaba de despegar por lo superficial del guión y lo plano, y otra vez de nuevo en ocasiones, poco carisma de sus protagonistas.

Pero la verdad es que los relatos de Robert E. Howard por mucho que algunos lo veneremos por crear a Conan no eran nada del otro jueves. Eran directos, lineales, poco profundos y en ocasiones hasta confusos y con poca relación entre ellos, precisamente del tipo de historietas de cómic en que solían publicarse estos relatos suyos, y del mismo estilo con el que escribían otros escritores contemporáneos y colegas suyos como era por ejemplo H.P. Lovecraft.

Así pues, me ha parecido una perfectamente visible película de aventuras, con algunas cosas mejorables, pero en general entretenida y digna para pasar el rato tomando una cerveza y comiendo pipas (esto es verídico).