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Voto de david panadero moya:
9
Drama. Romance Tres personas adultas se ven atrapadas en un triángulo amoroso de devastadoras consecuencias. Nadie es inocente, se manipula a quien se quiere, los secretos salen a la luz y el resultado es que todos son infieles. Un emotivo drama con guión autobiográfico de Ingmar Bergman que obtuvo muy buenas críticas. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las relaciones humanas son tan complicadas como nosotros msmos las queramos complicar, se puede disfrutar de una vida feliz y plena, y por el mero hecho de cambiar o hacer algo nuevo podemos dar pie a nuestra propia destrucción y a la de las personas que nos rodean, porque cada persona es un mundo y solo dios sabe cómo podemos llegar a reaccionar en determinadas circunstancias y con determinados estímulos. Así lo que comienza como una señal de afecto y apoyo hacia tu mejor amigo en un momento puntual, como supone Marianne que está haciendo al comienzo de la cinta con David, hace saltar la llama de la pasión entre ambos y se inicia una relación que, tras pasar como cualquier otra por sus momentos felices y no tan felices, tendrá graves consecuencias tanto para ellos como para el marido y la hija de Marianne.
Esta historia con sus múltiples problemas y momentos de cierta tensión es la que aborda Liv Ullmann, demostrando que su faceta de directora no tiene nada que envidiarle a la de actriz, de una manera serena y pausada para descubrinos todos los matices de este triángulo amoroso y mostrarnos la evolución de la protagonista a lo largo de todo el relato. Para ello contó con las actuaciones de un acertado elenco, en especial Lena Endre que construye a la perfección el personaje de Marianne con gran naturalidad empleando sus profundos y melancólicos ojos azules, y con una hermosa fotografía. También es de gran calidad el guión del magnífico Ingmar Bergman, a cuyas anteriores películas me recuerdan algunos aspectos: las escenas de la playa vacía de Faro (me recuerdan a " Persona") y el color llamativo color rojo de la habitación donde disfrutan de su amor en París, que me ha traído a la memoria la película "Gritos y Susurros", ya que en palabras del mismo director ese color era el color del alma humana.
Como conclusión, señalar que esta cinta es otra relevante muestra de lo alto que puede llegar el cine sueco cuando de plasmar los conflictos humanos se trata, y que merece mucho la pena verla y reflexionar sobre ella.
david panadero moya
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