Todo es absolutamente creible, son historias sencillas, bien expuestas y resueltas, con una cierta clave de humor y bastante desenfado. Rita se te hace simpática al instante, tiene muchos defectos pero un gran sentido común y amor a la enseñanza, ah, porque es una serie "de colegio", y además una retranca gozosa. El resto de los personajes, todos, están muy bien traídos, en conjunto forman un reparto con el que enseguida te familiarizas.
Es, en suma, una serie muy aconsejable para ver en familia y pasar un buen rato, y no se da un tonito pedagógico a lo "Merlí" pero aun así aprendes cosas, sobre todo que en materia de educación estamos a mucha más distancia de los países nórdicos de la que hay en el mapa.