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Voto de Xiclotró de partícules:
9
7,8
9.774
15 de diciembre de 2016
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Os habéis quedado alguna vez encerrados fuera de casa?
Es una de mis especialidades. A veces por salir sin llaves y otras por cerrar y dejármelas puestas al otro lado de la cerradura. ¡Soy un desastre! He acabado pensando que cuando me pasa es porque mi subconsciente me obliga a pararme un momento, a hacer un break al estrés del día a día, aunque solo sea el momento de que dispongo hasta que mi pareja vuelva a casa o, en los casos más extremos, a que llegue el cerrajero. Es un momento curioso de extraña soledad, ya que realmente en la calle hay más gente.
Esta sensación es muy parecida a la que transmiten los personajes de la peli Castaway to the Moon, una producción surcoreana que narra la historia de dos protagonistas que viven dos realidades distintas pero a la vez paralelas. Uno es un náufrago en una isla desierta que, cuando acepta su condición, no quiere ser encontrado, y el otro es una agorafóbica que se crea todo un modus vivendi sin salir jamás de su habitación. Ambos tienen como nexo común que viven estas situaciones de aislamiento en medio de una gran metrópoli.
Se trata de un film cargado de simbolismo que salta del drama a la comedia y de la comedia al drama con mucha facilidad y cautiva constantemente al espectador con giros argumentales muy conseguidos.
El director y guionista Hey-Jun Lee nos invita, con una estética muy bien cuidada, a dejar el vacío y los artificios del consumismo de una sociedad a veces muy hostil e iniciar un viaje interior de descubrimiento de las necesidades reales de uno mismo.
Seguramente se trata de la peli coreana menos violenta y sanguinaria que he visto; pese a ello, demuestra una gran originalidad. Y, de hecho, quizá esa originalidad extrema en algunos momentos concretos pude llegar a parecer excesiva (algo bastante habitual en el cine asiático), pero creo que la calidad argumental y la estética general son sencillamente brillantes.
Seguramente, sin desmerecer ni a Tom Hanks en Cast Away ni a Matt Damon en The Martian, creo que el impronunciable Jung Jae-Young es, sin la menor duda, el náufrago más entrañable que he visto jamás.
Volviendo al tema de encontrarse encerrado fuera de casa, me han aconsejado más de una vez que esconda una copia de la llave cerca de la puerta. No les falta razón, pero entonces ¿cuándo encontraría un momento para autoaislarme?
Más en www.grushenko.cat
Es una de mis especialidades. A veces por salir sin llaves y otras por cerrar y dejármelas puestas al otro lado de la cerradura. ¡Soy un desastre! He acabado pensando que cuando me pasa es porque mi subconsciente me obliga a pararme un momento, a hacer un break al estrés del día a día, aunque solo sea el momento de que dispongo hasta que mi pareja vuelva a casa o, en los casos más extremos, a que llegue el cerrajero. Es un momento curioso de extraña soledad, ya que realmente en la calle hay más gente.
Esta sensación es muy parecida a la que transmiten los personajes de la peli Castaway to the Moon, una producción surcoreana que narra la historia de dos protagonistas que viven dos realidades distintas pero a la vez paralelas. Uno es un náufrago en una isla desierta que, cuando acepta su condición, no quiere ser encontrado, y el otro es una agorafóbica que se crea todo un modus vivendi sin salir jamás de su habitación. Ambos tienen como nexo común que viven estas situaciones de aislamiento en medio de una gran metrópoli.
Se trata de un film cargado de simbolismo que salta del drama a la comedia y de la comedia al drama con mucha facilidad y cautiva constantemente al espectador con giros argumentales muy conseguidos.
El director y guionista Hey-Jun Lee nos invita, con una estética muy bien cuidada, a dejar el vacío y los artificios del consumismo de una sociedad a veces muy hostil e iniciar un viaje interior de descubrimiento de las necesidades reales de uno mismo.
Seguramente se trata de la peli coreana menos violenta y sanguinaria que he visto; pese a ello, demuestra una gran originalidad. Y, de hecho, quizá esa originalidad extrema en algunos momentos concretos pude llegar a parecer excesiva (algo bastante habitual en el cine asiático), pero creo que la calidad argumental y la estética general son sencillamente brillantes.
Seguramente, sin desmerecer ni a Tom Hanks en Cast Away ni a Matt Damon en The Martian, creo que el impronunciable Jung Jae-Young es, sin la menor duda, el náufrago más entrañable que he visto jamás.
Volviendo al tema de encontrarse encerrado fuera de casa, me han aconsejado más de una vez que esconda una copia de la llave cerca de la puerta. No les falta razón, pero entonces ¿cuándo encontraría un momento para autoaislarme?
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