Haz click aquí para copiar la URL
Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Vheissu
Voto de Jean Ra:
9
Drama Valeria tiene 17 años y está embarazada. Vive en Puerto Vallarta con Clara, su hermanastra. Valeria no ha querido que Abril, la madre de ambas, que lleva mucho tiempo ausente, se entere del embarazo. Sin embargo, Clara, ante la presión económica y las responsabilidades que implica tener un bebé en casa, decide llamarla. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver dos películas de Michel Franco (lástima que no sean más), creo que puedo afirmar que sus argumentos son perfectamente aprovechables para una telenovela. O un folletín, en caso que estuviésemos en el siglo XIX. Y no lo digo como un reproche, al contrario, afirmo tal cosa como un halago, pues en él se demuestra que lo que suma en un director es su estilo, más que ofrezca narraciones más o menos intelectuales o filosóficas. Tanto en "Después de Lucía" como en ésta, encontramos traiciones, venganzas y otras muchas pasiones afectas al estrépito melodramático.

Franco gestiona este material con sabias y acertadas elipsis, con una dirección de actores precisa como una calculadora, con rigor dramático y con un uso de la puesta en escena lo bastante distanciado como para que las acciones amorales y reprochables de sus personajes no vengan acompañadas de un grimoso juicio moral. Es un director moderno por definición. En una industria como la cinematográfica, tan dada a lo complaciente, lo fácil y lo obvio, este tipo de creadores, por su atrevimiento y poco afecto a las convenciones, resulta de rara aparición. Si no, pensad en diez directores de éxito y cómo lo habrían tratado. La mayoría habría construido una oda a la victimización. Mares de lágrimas. Madres de lágrimas. Madres malvadas. Michel Franco no es de ésos.

Por eso celebro el doble una historia como "Las hijas de Abril", en la que sin recurrir a lugares comunes nos quiere hablar de un escenario en el que los lazos familiares están en camino de la disolución. Vemos a personajes conducidos, en un momento u otro de la obra, por el egoísmo, empujados por sus pasiones y la necesidad auto-satisfacerse. Es por eso que cada uno se equívoca a su manera y lo que parecía un amor incondicional vemos que se enturbia y se mezclan con otros elementos que terminan provocando cambios radicales en sus personajes. En ese sentido el personaje de Abril es determinante.

En un principio la joven madre es una muchacha inmadura que reacciona muy mal a los primeros momentos de su maternidad y luego vemos que Abril, empujada por esas muestras de irresponsabilidad e inmadurez, toma una decisión tajante que no consulta con nadie más. De ahí el drama se transforma y se convierte en la historia de una mujer (hipotéticamente cuarentona) que se sabe atractiva, que cuida su cuerpo y no acepta la llegada de la edad madura. El logro de Franco es que, desde esa distancia prudencial, hace que el egoísmo de sus personajes tenga relieve y verosimilitud y se manifieste de tal forma que resulta desagradable o impactante porque en el fondo ataca a algo que percibimos como sagrado: los lazos familiares. En una sociedad cada vez más atomizada, esta narración, aunque de una forma hiperbólica pero no impostada, muestra hasta qué punto ese virus corroe las mismas bases en las que se sostiene. Creo que la clave de "Las hijas de Abril" se encuentra en esa colisión de los valores modernos con los moldes tradicionales. ¿Qué vigencia o fuerza siguen teniendo los roles sociales del pasado en un mundo en el que los vínculos son cada vez menos sólidos y a la vez se sacraliza la individualidad?

Puerto Vallarta, la colonia de La condesa, debían ser escenarios como éstos, que albergaran a este tipo de personajes, de vida desahogada, con más tiempo para ocuparse de otros menesteres que no sean la mera subsistencia y por lo tanto capaces de llegar a puntos tan poco convencionales.

No es una película complaciente hecha para encandilar. Los espectadores más afectos a pasiones más templadas o más amables pueden sentir gran rechazo. Pero por otro lado también es verdad que hay que mostrar la realidad sin paños calientes y plantearse hasta qué punto de descomposición hemos alcanzado, cuanto tardará en extenderse todavía más, si es necesario o no replantear los esquemas habituales y como es que se tolera con tanta desidia inercias tan sumamente disolventes. Obviamente Franco no entra en ideologías, se mantiene ajeno a las respuestas, y deja en el aire estas y otras preguntas. Qué cada cual piense y juzgue. O si no, que disfrute de una narración llena de sabores picantes y virulentas curvas.
Jean Ra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow