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Voto de harryhausenn:
7
5,6
518
Drama
Un director quiere hacer un biopic sobre la cantante Barbara. El director y la actriz trabajan juntos, con cercanía. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2017
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amalric ha decidido hacer algo distinto con la biografía de la cantante Barbara. Ha tomado toda la vida de la cantante y la analiza desde un punto de vista externo, la excusa de un rodaje de un biopic ad hoc, y nos muestra así no un film de la vida de la cantante sino cómo dirigir una película sobre la vida de la cantante. Metacine, en definitiva.
No se debe pensar que Barbara es un enésimo homenaje a La noche americana de Truffaut, mostrando los entresijos de un rodaje, sino que la película va más allá. Lo que le interesa a Amalric es desdibujar los límites de la realidad y la ficción según la película -ambas- va tomando forma. Que olvidemos si la mujer que está en escena es Balibar o la propia cantante, logro que consigue de forma magistral en tres momentos.
Al principio, una escena de la cantante grabando una composición en su salón en penumbras. Una secuencia asombrosa por ver lo reposado de su ritmo, el silencio roto tan solo por los murmullos de la mujer y las notas que toca en su piano. Los minutos pasan y la cámara gira en ese salón, sin prisa, permitiéndonos acceder a esos momentos de intimidad en los que la artista crea, donde vemos a Barbara directamente, no a Brigitte, la actriz residente en el extranjero que la encarna ni a Jeanne Balibar, que encarna a su vez a Brigitte. Barreras dobles que el director y la magnífica actriz, con su asombrosa actuación, son capaces de atravesar como si fueran cortinas.
No se debe pensar que Barbara es un enésimo homenaje a La noche americana de Truffaut, mostrando los entresijos de un rodaje, sino que la película va más allá. Lo que le interesa a Amalric es desdibujar los límites de la realidad y la ficción según la película -ambas- va tomando forma. Que olvidemos si la mujer que está en escena es Balibar o la propia cantante, logro que consigue de forma magistral en tres momentos.
Al principio, una escena de la cantante grabando una composición en su salón en penumbras. Una secuencia asombrosa por ver lo reposado de su ritmo, el silencio roto tan solo por los murmullos de la mujer y las notas que toca en su piano. Los minutos pasan y la cámara gira en ese salón, sin prisa, permitiéndonos acceder a esos momentos de intimidad en los que la artista crea, donde vemos a Barbara directamente, no a Brigitte, la actriz residente en el extranjero que la encarna ni a Jeanne Balibar, que encarna a su vez a Brigitte. Barreras dobles que el director y la magnífica actriz, con su asombrosa actuación, son capaces de atravesar como si fueran cortinas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
También al final, donde vemos a una Barbara reclusa pasar sus últimos años en el campo, aislada de todo el mundo. Un pasaje en el que somos testigos de tares cotidianas sin aparente interés pero que precisamente sirven como abandono de la trama del rodaje. La película que el equipo ficticio rodaba ha atrapado al espectador, ya no volveremos a oír al director gritando "¡Corten!", de quien la película ni siquiera se despide, sino que nos perderemos con la cantante en su muerte cercana.
Aunque quizá el mejor ejemplo de este cruce de fronteras sea el recital que ruedan en un teatro para, acto seguido, ver a Amalric salir detrás de la cámara y mezclarse con el público para ser espectador dentro de su propia obra. Barbara es una película que no quiere ser una crónica, más bien se plantea reforzar la representación poniéndola en perspectiva para luego suprimir los límites perceptivos. Al final de esta misma escena, Barbara, o Brigitte, o Jeanne Balibar pregunta a su fan, o a su director, o a Amalric la pregunta certera: "¿Usted hace una película sobre Barbara o sobre usted?"
hommecinema.blogspot.fr
Aunque quizá el mejor ejemplo de este cruce de fronteras sea el recital que ruedan en un teatro para, acto seguido, ver a Amalric salir detrás de la cámara y mezclarse con el público para ser espectador dentro de su propia obra. Barbara es una película que no quiere ser una crónica, más bien se plantea reforzar la representación poniéndola en perspectiva para luego suprimir los límites perceptivos. Al final de esta misma escena, Barbara, o Brigitte, o Jeanne Balibar pregunta a su fan, o a su director, o a Amalric la pregunta certera: "¿Usted hace una película sobre Barbara o sobre usted?"
hommecinema.blogspot.fr