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Voto de gonzalo restrepo sanchez:
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Drama
Oscar es un niño de diez años que está internado en un hospital infantil. Ni sus padres ni los médicos se atreven a decirle la verdad sobre su enfermedad. Sólo Rose, la repartidora de pizzas, una mujer de bruscos modales, es capaz de ganarse su confianza y entretenerlo. Un día, le propone un juego: imaginar que cada día que pasa equivale a diez años, de modo que, en unos días, Oscar alcanzaría una larga vida. Además, para conseguir que ... [+]
19 de junio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oscar, un niño de diez años que está internado en un hospital infantil, sus padres, la repartidora de pizzas y un cartero; son los personajes que alrededor de las cartas del chaval a Dios, nos obliga a replantear qué es la vida y hacia donde vamos mientras vivamos en esta tierra.
¡Qué las cartas a Dios! No es otra cosa que la metáfora sobre la conversación con uno mismo y la vida interior capaz de descubrir una subsistencia, si no mejor, sí llena de matices sobre el dolor y la alegría.
Además, el cineasta francés Eric-Emmanuel Schmitt, si bien logra una historia lacrimógena, no diseña en su discurso planteamientos panteísta alguno: La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de "Dios". En este contexto, todo lo contrario, en mis humildes conceptos, a “El árbol”, de Julie Bertucelli.
¡Qué las cartas a Dios! No es otra cosa que la metáfora sobre la conversación con uno mismo y la vida interior capaz de descubrir una subsistencia, si no mejor, sí llena de matices sobre el dolor y la alegría.
Además, el cineasta francés Eric-Emmanuel Schmitt, si bien logra una historia lacrimógena, no diseña en su discurso planteamientos panteísta alguno: La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de "Dios". En este contexto, todo lo contrario, en mis humildes conceptos, a “El árbol”, de Julie Bertucelli.