Cuando lees el argumento te parece ridícula... y efectivamente lo es. Se trata de una película al más puro estilo porno japonés de aquella época, es decir, una película cutre a la que no se le puede pedir otra cosa que no sea la exhibición de sus protagonistas mientras son manoseadas. Su guión es tan absurdo como parece: tres chicas que consienten a tres chicos para alcanzar la fama durante un viaje que no tiene ningún sentido, ya que lo único que hacen son fotografías en decorados también cutres. Nos cuelan escenas sexuales cada cinco segundos y el supuesto monstruo sólo aparece al final, como si no supieran finalizar la historia de otra manera o se les hubiera ocurrido de repente la fantástica idea de asustarnos después de excitarnos. Poco cuidados los detalles, conversaciones patéticas y unos asesinatos.... que más que asustar, dan risa. Un monstruo poco trabajado, tan ridículo como el resto de la película. Con una escena final, que nos provoca la última carcajada. Podría resumirse en: sexo, mucho sexo difuminado y cuatro minutos de un gore anticuado.