Que a mí Jet Li nunca me ha convencido es hecho contrastado entre mis camaradas. Bruce Lee le da mil patadas (y nunca mejor dicho) y Jackie Chan me hace más gracia. Además, al amigo Jet Li es imposible verle hacer una película sin hacer vuelos sin motor sujeto por un cable invisible y asestarle una patada en el pecho al malote de la función. Y Fearless, amigos, no es una excepción. Hay más cables en esta película que en la espalda del Doctor Octopus.

Lo primero que pasa cuando uno pone la película es que ve a Jet Li... ¡SONRIENDO!... Y yo digo: "Ya no quedan tipos duros, Salinas".

La historia es más simple que el guión de los Teletubbies. Básicamente todo gira en torno a un torneo de artes marciales organizado por el Imperio Británico para humillar a China. El tema es que son 4 (tres británicos y un japonés, flipa) contra Jet "Sogecable" Li. Total, que la película empieza con una somanta de "caricias" de Li que uno piensa "Esto va a durar menos que El motorista fantasma en mi DVD". Macho, Li, córtate un poco, tío. Que te entra el ansia y La Parca va a tener "overbooking".
Y en esto que, como si hubieran leído mis pensamientos, Li tiene un flashback de hora y media antes de luchar contra el nipón en el que se narra, propiamente dicho, la película en sí. Vamos, el "¿Qué hago yo aquí caneando a esta gente?" que en toda película debe de haber.

Tengo que decir que la historia, aun siendo simple (se resume en "A Jet Li lo ponían como el niño de las moras de pequeño hasta que decidió ser el luchador más fuerte de su pueblo"), sirve de argumento para no atragantarse con toda la variedad de "yoyas" que hay durante la película, de todos los colores y sabores, por cierto.

Las interpretaciones son de una calidad bajo el nivel del mar, pero vamos, que tampoco se esperaba uno mucho tras ver a Jet Li poner cara de cumpleaños, algo, por cierto, nunca visto hasta la fecha.

La acción está bien, pero yo no tolero tanto cableado, oigan. Se abusa mucho de él y sólo se tolera en dos escenas que brillan con luz propia en la película por su espectacularidad, una primera en lo alto de una construcción de madera contra un rival "inamovible", y una segunda contra un maestro rival a espadazo limpio (para mí, la mejor de la película).

Los que no soporten el cine de artes marciales pasen de verla. Los que sean adictos a la acción puede que se entretengan con la exhibición de Li, a pesar de que con tanto cable y arnés más parece esto un episodio de Humor Amarillo.

Lo mejor- Algunas buenas secuencias de artes marciales.
Lo peor- Abuso excesivo del cable, técnica que sólo he visto utilizar adecuadamente en una desconocida película llamada... The Matrix.