Cuando era crío, no había pasta para tebeos, aparte de que fueran de segunda mano (no problemo), por lo que los que eramos más inútiles para el fútbol nos juntábamos en las bibliotecas públicas, para ller gratis comics o tebeos, como quieras.
Uno de mis favoritos eran estos, los del Marsupilami, igual de pasta dura que los de Asterix o que los de Blueberry o Jremiah.

Las películas de Asterix, repletas de payasadas infaltiloides y descerebradas, mezcladas con un escote, han causado furor, pero a mi me han resultado patéticas.
Esta no va más allá, pero al menos me divertí, los efectos están resultones, es divertida, y lo mejor, el final, dan ganas de esperar una segunda parte, pero claro, si no hay pasta para marketing para borregos, ni esta cinta es elogiada en revistas para esos mismos borregos sin criterio, pues nada, pasa lo que pasa, se pierde... (y si la hubiera producido Zemeckis?).

Mi resumen: para críos, algo light y divertido sin complicaciones, pero con mucho más materia gris que las de Asterix.

Wolf.