No tenía ni pajolera idea de que era Chuck Steel: Night of the Trampires, pero resulta que es una cinta de animación stop-motion, ambientada en un mundo en el que unos vampiros mendigos se alimentan de borrachos, y con un policía cabreado con la vida que debe salvar a la humanidad. Yo no he hecho las reglas, esto es lo que hay, pero lo que sí te aseguro es que estamos ante un divertimento inesperado, siendo un alocado homenaje al cine de acción y terror de los años 80, y con una incorrección política que sabe a gloria bendita en los tiempos que corren.

Para empezar, estamos ante una película básicamente independiente y de bajo presupuesto, pero con una animación muy lograda, con grandes momentos y un diseño de personajes fascinante, notándose que el director le ha sabido sacar provecho a cada dólar invertido. Llamadme exagerado, pero no creo que esta producción se quede por debajo de otras más grandilocuentes y ambiciosas, y el maravilloso clímax es la prueba de ello.

Respecto al guion, se nota que su máximo responsable es un amante del cine de acción y terror de los 80, con los clásicos personajes del género, como el protagonista chulesco y deslenguado, el cazavampiros experto, o el capitán de policía con malos humos. Todo están en un cóctel de personajes y géneros que se deleita con gusto, y más si compartes ese amor por un tipo de cine que ya no se hace.

Y volvemos con esa incorrección política antes mencionada, en una comedia que no se casa con nadie, dándolo todo para ver quién la dice más gorda, y con un humor libre, al ser conscientes de que estamos ante una película pequeña que no va a ver casi nadie, es decir, sin las ataduras de los grandes estudios. Pues no puedo estar más feliz, ya que este tipo de incorrección se echa de menos en unos tiempos en los que la (auto)censura campa a sus anchas, por lo que aplaudo que haya productos tan canallas y gamberros, porque hacen falta.

Tampoco digo que estemos ante un referente del género ni ante una de las mejores cintas de los últimos años, pero todo me funciona en ella, con una sorprendente animación si se tiene en cuenta las pretensiones del producto, y con un guion que no engaña a nadie y que presenta una ensalada de ideas que da en la diana.

Chuck Steel ha aterrizado en Amazon Prime en España, pero si tú eres de cualquier otra parte del mundo, te invito a que la busques y le des una oportunidad, porque estamos ante una pequeña joya, cargada de mala leche, y que merece más reconocimiento. Y es que a veces da gusto encontrarse con sorpresas así. ¿Clásico de culto? El tiempo dirá, pero no me sorprendería en absoluto, porque se lo merece.

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