Film de corte teatral escrito y rodado para el lucimiento de China Zorrilla quien interpreta a una vieja viuda bastante mandona y malhumorada que se la pasa echando y recontratando a su empleada, que le grita a su compañero Fabio, a su hija, y que se insulta "en broma" con su nieta. A la vida de esta veterana llega un joven escritor fracasado cuya novia está con otro. La veterana rápidamente ve en él a su difunto esposo y lo acoge en su hogar.

La virtud del film es a la vez su principal fallo. Y es su corte marcadamente teatral. Se nota que es buscado porque todos los actores están dirigidos de la misma manera, porque los diálogos son casi shakespearianos y porque la cámara casi no se mueve. No obstante cuando el film apunta a lo cómico los diálogos disparan a quemarropa con una negrura que recuerda al Hollywood dorado.

El buen hacer de una actriz como Zorrilla y el acompañamiento de un joven Sbaraglia, así como de la siempre graciosísima Flechner y unos secundarios como Papaleo, Satur, Manzotti y Rivas; hacen que uno se olvide de lo regular que es por momentos el film.

Buen uso de la banda sonora clásica, de ópera y claro de Bach.