Media votos
6,4
Votos
4.390
Críticas
587
Listas
35
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Ketty Analfer D:
6
22 de febrero de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Estamos ante una historia sobre unos niños emprendedores que se va tornando en una especie de comedia judicial adolescente con todas las inverosimilitudes que esto conlleva.
Claro que es poco creíble pero al menos es inspiradora y mejor que otras de las tantas películas ñoñas para chicos. Aquí la irrealidad llega de la mano de cosas "realistas", es decir, todos sabemos que un niño no puede ser su propio abogado en la corte y además ganar el caso, pero al menos no busca hacer judiadas al malo para que este pierda al más puro estilo de "Mi pobre angelito" (Chris Columbus, 1990).
Además algo que me encanta -pese a que no viví la época- es ese olor ochentero con ciertos tintes a "La familia Ingalls" (Michael Landon, 1974 - 1983).
Eso sí la cinta es muy "educativa" tiene como siempre a los papis responsables y súper buena onda, tipo Sandra Bullock en "Tan fuerte y tan cerca" (Stephen Daldry, 2011), sólo que aquí es más evidente aún. Y todo eso aderezado con el típico malo, malote y gruñón.
Lo mejor: el aire juvenil e inspirador.
Lo peor: cae inevitablemente en los clichés del género.
Claro que es poco creíble pero al menos es inspiradora y mejor que otras de las tantas películas ñoñas para chicos. Aquí la irrealidad llega de la mano de cosas "realistas", es decir, todos sabemos que un niño no puede ser su propio abogado en la corte y además ganar el caso, pero al menos no busca hacer judiadas al malo para que este pierda al más puro estilo de "Mi pobre angelito" (Chris Columbus, 1990).
Además algo que me encanta -pese a que no viví la época- es ese olor ochentero con ciertos tintes a "La familia Ingalls" (Michael Landon, 1974 - 1983).
Eso sí la cinta es muy "educativa" tiene como siempre a los papis responsables y súper buena onda, tipo Sandra Bullock en "Tan fuerte y tan cerca" (Stephen Daldry, 2011), sólo que aquí es más evidente aún. Y todo eso aderezado con el típico malo, malote y gruñón.
Lo mejor: el aire juvenil e inspirador.
Lo peor: cae inevitablemente en los clichés del género.