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España España · Málaga
Voto de Franky_23:
9
Aventuras. Fantástico. Terror Un equipo de cine van a rodar una película a la misteriosa isla de Teschio, al este de Sumatra. Allí los recién llegados descubren la existencia de una civilización prehistórica y de una tribu ancestral que secuestra a la atractiva Ann, la actriz protagonista, para ofrecerla en sacrificio ritual a King, un gigantesco gorila. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2008
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1933, y siguiendo un argumento de Merian C. Cooper y Edgar Wallace, irrumpía como un huracán en las pantallas de todo el mundo "King Kong". Un clásico imperecedero donde los haya, que aún hoy continúa cautivando a generaciones de chavales que descubren que el cine es algo más que palomitas y caras guapas. Un mito que fascina por su forma, conmueve por su encanto y sorprende por su ejecución.

Una expedición formada por un grupo de cineastas parte rumbo a la Isla de la Calavera bajo la supuesta meta de rodar una película. Pero hay más: el codicioso director, un Carl Denham encarnado por Robert Armstrong, pretende capturar a un gorila gigante que se dice que habita esas desconocidas tierras. Fay Wray en uno de los papeles de su vida interpretando a la frágil actriz Ann Darrow y Bruce Cabot como el capitán del barco Jack Driscol forman la pareja protagonista.

Sin embargo, quien roba todas las miradas y se convierte en el centro de atención (y con derecho) es el imponente Kong, el rey de una selva (en la realidad un pequeño muñeco) por la que deambulan criaturas prehistóricas, desde dinosaurios hasta serpientes gigantes. La técnica de stop-motion fue utilizada para dar vida a todas ellas y simular los espectaculares combates que marcaron época.

Pero si hay algo que convierte a King Kong en un referente para todo amante del cinematógrafo es su capacidad para emocionarnos, más allá de las escenas que comparte con bichos varios, en aquellas en las que, por un momento, la relación entre un gorila y una mujer se nos presenta posible ante nuestras atentas miradas.

Su final ha entrado ya a formar parte de la historia del cine y de la historia en general, apoteósico desenlace en la cumbre del Empire State Building donde Kong trata de defenderse de un mundo que pasa de glorificarle cuando está prisionero a temerle y odiarle cuando libre.

-Continúa en "King Kong" (1976)-
Franky_23
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