Olvídense de "Saw IV". La escena más cruel y bestial en lo que llevamos de año no ha sido obra del psicópata del puzzle, sino del maníaco Wes Bentley al volante de su coche en esta nueva propuesta de terror comercial llamada "P2".

"P2" igual que podía haberse llamado "P1", "P3" o "P4", pues las cuatro plantas del parking gozan de su pequeño momento de gloria en este producto de serie B que lejos de ofrecer nada nuevo copia la reciente moda de situar la acción en un único espacio y limitar a dos (o tres, pero un número reducido) los personajes.

Ello conlleva ciertas escenas que nos dejan un aire a deja vu, y es que sea en una cabina, en un baño, un cuarto, o cualquier otro enclave de reducidas dimensiones y sin salida posible, al final siempre sabemos lo que va a pasar.

Con un guión firmado en parte por Alexandre Aja, cabía esperar algo más de esta finalmente convencional cinta que se construye sobre todos los tópicos del género situados esta vez en un aparcamiento.