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España España · mADRID
Voto de RARRA:
6
Acción. Intriga Un agente estadounidense y un espía se dirigen a la estación Cebra, en el Polo Norte, a bordo de un submarino nuclear, para rescatar a unos científicos que se encuentran en peligro; pero el verdadero objetivo de la misión es un secreto que sólo conoce el espía. (FILMAFFINITY)
23 de mayo de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estación Polar Cebra es una película fiel a su tiempo, lo que no se sabe si hay que considerarlo grandeza o servidumbre. Así que nos ofrece la guerra fría como base de una obra que no pasa de entretener y que, al final, defrauda a la mayor parte del público. No deja de ser curioso que los finales malos perjudican menos a la película que los desarrollos malos: en definitiva, se prefiere el desencanto de breves minutos al aburrimiento de muchos minutos.
John Sturges tiene una larga lista de películas dirigidas donde la acción domina. Grandes westerns están firmado por él. Y de buenas películas netamente de acción. La habilidad como director se aprecia también en esta película.
Llegó a alcanzar dos nominaciones a los Oscar: en fotografía fue desplazada por el Romeo y Julieta de Zefirelli; en efectos especiales fue barrida por 1001, odisea del espacio. Enemigo mayor no se podía encontrar.
Más que hablar de una película habría que hablar de dos: una que se desarrolla en un submarino nuclear y otra que se desarrolla en el Ártico, perdón en un decorado que pretende recrear el Ártico con escasísima fortuna. La primera es, como buena película de submarino, claustrofóbica. La segunda, pretende ser lo contrario: agorafóbica. Pero al sustituir el desolado Ártico por un escenario reducido pintado de blanco, termina siendo también algo claustrofóbica, aunque sea de escenario.
Pero cumple su función de entretener. Estamos en 1968 donde la televisión apenas balbucea y donde las películas de Hollywood nos hacían ir los domingos a los cines de estreno. Y donde, al mismo tiempo, los cineclubs tenían vida real. Había sitio y tiempo para todo. Eran otros tiempos y, al juzgar aquellas películas, esas circunstancias no pueden olvidarse.
RARRA
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